-El Poder no se comparte, es unipersonal.
-Decisiones internas y externas, firmes.
-Juan Ramón y Omar, cartas fuertes.
RAFAGA
(Sin desconocer lo realizado para dejar el trono a la Primera Presidenta de México, el tabasqueño debe tocar retirada y dejar en libertad a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo. El futuro de México le corresponde trazarlo a ella… ¡Entiéndalo!).
La situación en que se encuentra el País, política y socialmente exige una cirugía mayor.
Crearle más problemas a la Presidenta Sheinbaum, da la impresión de que el Presidente de México quiere agregar una frase más a su repertorio:
“¡Aquí mando yo, les guste o no les guste!”
O como decía un toluqueño, “Les cuadre o no les cuadre, yo soy su padre”.
Quien recibió el apoyo de más de 35 millones de votos, sabe lo que implica el encabezar una nueva Administración sexenal. Las ciudadanas y los ciudadanos depositaron en ella la confianza y desean que no los defraude.
La Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum Pardo, por ahora está entre la espada y la pared, porque es a ella a quien recurren mexicanos y extranjeros para ir proyectando el futuro de relaciones y negocios a celebrar en la República Mexicana los próximos seis años.
El tabasqueño intenta un clima de incertidumbre, muy perjudicial para el entrante gobierno. Aparenta felicidad y tranquilidad e invitó a Claudia para que lo acompañe en el recorrido por la República. No debería de aceptar la Primera Presidenta.
Contados a partir de mañana jueves 13 de junio, al Presidente de México le restan 107 días para terminar su misión.
Ya no es el hombre al que los empresarios, industriales, banqueros, comerciantes, dirigentes sociales y políticos, estarán buscando, ya no le pedirán más favores.
Está en un segundo nivel y tiene que aceptarlo, pese a lo que diga, declare y sentencie.
Ahora los reflectores están hacia la oficina donde temporalmente despache la doctora Sheinbaum Pardo.
Claudia, es el rico panal al que van todas las abejas.
Le corresponde programar su muy amplia agenda, sin eludir a ningún solicitante, porque gobernará para todas y todos.
NO COMPARTIR EL PODER
Una de las reglas no escritas, pero vigentes, para quienes asumen el mando de una empresa, de un negocio, de una institución, es la que aceptar la responsabilidad del manejo completo que se dé.
En la política es muy claro: EL PODER NO SE COMPARTE, menos cuando éste corresponde al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, ahora será a la Presidenta.
¿Qué sucedería si la Presidenta comparte el poder?
Demostraría debilidad, dejaría ver incapacidad para gobernar, permitiría sujetarse a las acciones en las que no esté de acuerdo.
Recuerde, Señora Presidenta, el amor, el dinero y el poder, no se ocultan.
Hay que actuar con sensibilidad, templanza, serenidad y poner en práctica las facultades conciliatorias.
Cabe la tolerancia. Todo tiene su límite. Ser enérgica, no es proceder autoritariamente. Consultar, analizar y proceder, es positivo.
Toda la responsabilidad de lo bueno y lo malo de un gobierno, en cualquiera de sus niveles, se atribuye al titular del mismo.
Es común que digamos, escribamos y comentemos: “en el gobierno del presidente…”, no citamos en particular a otra persona o colaborador gubernamental, sino al que dirigió en el sexenio.
Lo que no cambia, a pesar de lo que se comente en los pasillos presidenciales, es que al Presidente de México no se le contradice. Si se equivoca, puede volver a equivocarse. Doña Claudia queda en esa ubicación.
Sí, pero también no tendrá defensa si es obstinada, mentirosa, engañadora, difamadora, divisionista y automarginada en la solución de los problemas.
Lo estamos viviendo desde 2018, en las mañaneras de Palacio Nacional.
No se ha detenido el tabasqueño en señalar los caminos del nuevo sexenio.
Sin embargo, la doctora Sheinbaum Pardo ya consiguió que lo relacionado con la reforma al Poder Judicial Federal sea tema de discusión nacional, antes de entrar al debate entre diputados y senadores.
Debería darse cuenta que constitucionalmente su poder está abajo del 50 por ciento y terminará el 30 de septiembre, a las 0:00 horas.
La oportunidad del que empezó en diciembre de 2018, de hecho, llegó a su final.
México peligra en los 30 días del venidero septiembre. Los momentos restantes que el de Tabasco desea imponer su Plan C, apoyado por los “nuevos” diputados federales, sin percatarse del daño que entraña para quien lo va a suceder.
NO MÁS MAXIMATO
Sí, ya hubo un “Maximato” en México.
El poderío político del sonorense Plutarco Elías Calles se impuso diez años y sucumbió a los dos primeros del primer sexenio, el del general Lázaro Cárdenas del Río.
Reacomodó medio gabinete y a Calles lo puso en un avión, con seis de sus colaboradores, para mandarlo al exilio, a California. “Señor General tiene media hora para subir al avión”, palabras del enviado presidencial.
Los tiempos han cambiado. Los personajes también. Los mexicanos no queremos un “maximato” y no deseamos más divisionismo.
Puede o no darse un distanciamiento, no rompimiento, entre el presidente saliente y la sucesora. ¿Por qué? Ella es la que mandará, decidirá y se enfrentará a solucionar las demandas de la ciudadanía.
IMPONER SU SELLO GOBERNANTE
Comento que la doctora Sheinbaum tendrá que imponer su propia personalidad como Presidenta de México, sin que haya separación de quien la proyectó anticipadamente para despachar en Palacio Nacional, donde él vivió seis años.
Las dos preguntas que se me antojan:
¿Dónde establecerá su nueva residencia la Presidenta Claudia?
¿Dejará que militares y marinos continúen fuera de los cuarteles y cumpliendo tareas que no les corresponden?
Ya no será una ciudadana común y corriente.
Necesita de los espacios para atender a sus invitados, nacionales y extranjeros. Hasta ahora no sé si Los Pinos se mantendrá como casa cultural y museo.
Al asumir la responsabilidad de Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, se presume que la Primera Presidenta de México debe contar con su guardia militar, su Estado Mayor.
Claudia cuenta con una garantía al estar en su equipo el doctor Juan Ramón de la Fuente Ramírez, Coordinador del Equipo de Transición del Gobierno.
Es una persona reconocida en sus funciones académicas y diplomáticas, además de su breve paso como titular de la Secretaría de Salud.
Durante la campaña la doctora Sheinbaum fue reiterativa en difundir la obra del actual gobierno, habló de que se haría el segundo piso de la cuarta transformación, de continuidad de la obra sexenal del tabasqueño.
Bien, eso fue en la búsqueda del voto y fructificó en las urnas, complaciendo al inquilino del colonial edificio ubicado en la Plaza de la Constitución.
Tiene que mostrar que, sin romper con el pasado, afianzar el presente de ella y proyectar el futuro de los mexicanos, son factores determinantes para reflexiones que terminen en soluciones firmes, definitivas e integrales para los problemas que confrontamos.
NI GENIOS NI SABIOS, CAPACES
Después de compartir el pan y la sal con Presidente de México, quien la recibió en la puerta de Palacio Nacional, la abrazó y le besó en la mejilla, la Primera Presidenta informó que la próxima semana dará conocer los nombres de quienes integrarán su gabinete
Estamos esperando y deseamos que invite a quienes tengan la preparación profesional o la experiencia política administrativa y principalmente el sentido de lo que es el servidor público.
Nada fácil es reunir al equipo. No se trata de conjuntar a genios ni sabios. Ahora hay mujeres y hombres jóvenes maduros y adultos que pueden ser elegidos para enfrentar tareas de tiempo completo.
Hemos tenido en los gabinetes presidenciales a personajes de la política sin título profesional y demostraron capacidad en su servicio. Don Adolfo Ruiz Cortines llegó a Presidente de la República, luego de amplia trayectoria administrativa en Veracruz.
Don Alfredo del Mazo Vélez, primer gobernador sexenal del Estado de México, antes fue legislador y después colaboró como Secretario de Recursos Hidráulicos con su amigo López Mateos.
Tres más sin título profesional, políticos encumbrados. Álvaro Obregón, sonorense que es el único presidente reelecto en nuestra historia.
Se inició desde regidor en su natal Ciudad Juárez y culminó como gobernador de Chihuahua, Teófilo Roberto Borunda Ortiz, subsecretario de Agricultura en el sexenio ruizcortinista.
El tercero fue el singular yucateco Víctor Manuel Cervera Pacheco. Comenzó como líder estudiantil universitario, pero no llegó a titularse. Presidente Municipal de Mérida, diputado federal, senador, líder la CNC, Secretario de Reforma Agraria y dos veces gobernador de Yucatán.
DE LA FUENTE, OMAR Y LUZ ELENA
Me llama la atención, para bien de México, que estén ya en el equipo presidencial el doctor Juan Ramón de la Fuente Ramírez y el abogado criminalista Omar Hamid García Harfuch, así como la economista Luz Elena González.
El exrector de nuestra Máxima Casa de Estudios, la actual décima universidad más importante del mundo, ha demostrado ser un hombre sereno, analista, conciliador y diplomático. Es el actual coordinador del equipo de transición del gobierno. Es garantía donde quede colocado.
Tuvo un extraodinario desempeño en la Ciudad de México, al lado de la hoy Primera Presidenta, al frente de la Secretaría de Seguridad. No fue candidato a suceder a su amiga y jefa en el gobierno citadino, porque el tabasqueño no lo quiere ni en pintura. Omar Hamid García Harfuch seguramente será uno de los brazos derechos de la doctora Sheinbaum.
La economista egresada de la UNAM, Luz Elena González Escobar, con 15 años de experiencia en cargos administrativos relacionados con su profesión, recién fue llamada por la presidenta para integrarse en las tareas previas al 1 de octubre
Quien ya está invitado es el economista Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda y Crédito Público desde 2021. El anuncio de su posible continuación fue hecho el 7 de mayo pasado y ese día dijo, en una reunión con funcionarios del BBVA, “no es conveniente que responda a la invitación de Claudia Sheinbaum”.
Por ahora se especula sobre el supuesto nombramiento. La interrogante es, si fue Claudia por motu propio o por deseo del tabasqueño para que le cubran la espalda, cuando menos un par de años.
Para este comentarista periodístico y una mayoría de mexicanos no simpatiza que entre, al gabinete, el queretano arturo zaldívar lelo de larrea.
El exministro de la Suprema Corte de Justicia, autor del proyecto presidencial para liquidar al Poder Judicial Federal y al Alto Tribunal de Justicia, no conoce la palabra verguënza.
jherrerav@live.com.mx