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-Actitud impropia la del Presidente.
-Procede con delirante obsesión.
-A dos años del violatorio “destape”.

Ráfaga

Imposible frenar las ocurrencias mañaneras del aspirante a caudillo, del tabasqueño aprendiz de dictador. Desbocado desde el principio de su sexenio, determinó anticipar por años la sucesión presidencial y denigrar a los posibles aspirantes al cargo, llamándoles “corcholatas” y él auto nombrarse “destapador”.
La mañana del lunes 26 el huésped de Palacio Nacional descalificó el método que anunció la llamada oposición para elegir a su candidato presidencial.
Negó que los seis que buscan la candidatura del partido en el poder “estén en campaña” y que “en tres días”, desde su púlpito, dará a conocer el nombre de quien representará a “la oligarquía corruptora y saqueadora, a la élite de la política, económica, clasista, racista y discriminatoria”.
Supuestamente la ex jefa de Gobierno, los dos ex secretarios, un ex senador y dos “patiños “no están en campaña política, porque es un asunto interno y quieren recibir el nombramiento de “Coordinador Nacional de Defensa de la Cuarta Transformación”.
La presidenta del INE guarda absoluto y respetuoso silencio. Para ella todo está en orden y respetándose los tiempos electorales.
Estamos, por primera vez, frente una vergonzosa etapa política. Ni en el Siglo XIX, menos el siguiente, una sucesión presidencial violaba toda la legislación al respecto. Siempre se respetaron las formas, el fondo y los protocolos que antecedían en uno de los eventos más importantes para los mexicanos: elegir a su Presidente.
Hubo un veracruzano que casi durante 20 años nominó, impuso, o nombró, al hombre que lo supliría en la Silla Presidencial que él ocupó 11 veces. Solamente en 1851, ¡15 candidatos! se disputaron la Presidencia y el triunfador fue Mariano Arista. En cuatro ocasiones el Vice presidente Valentín Gómez Farías suplió a López de Santa Anna. El jalisciense una quinta vez también ascendió de Vice a presidente, pero no en lugar del jarocho.
EL DESTAPE FUE EN 2021
Transcurridos 31 meses y 10 días, estando en Villahermosa, Tabasco, no se aguantó las ganas el inquilino de “modesto departamento” en Palacio Nacional, para dar el banderazo de salida a la sucesión presidencial, cuyas elecciones tendrán lugar el domingo 2 de junio de 2024
En la mañanera del 12 de julio de 2021, el Día del Abogado, frente a cámaras y micrófonos de televisión, esta fue declaración;
“Yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo, esa es la regla, la gente va a decidir, en su momento, en forma libre, democrática, quien debe representarnos en lo que corresponde al movimiento progresista, liberal, con dimensión social, pero eso en su momento”.
Hasta ahora desconocemos que motivó, qué lo presionó, para despertar al tigre, sin medir las consecuencias políticas, sociales y económicas para el País.
Lógico, natural, las ambiciones saltan, el humano ve que comienza un larguísimo conteo para la sucesión y sin embargo debe acostumbrarse a dar sus pasos, a mover sus fichas, a desgastarse y semi abandonar la misión que tiene en la administración pública o en la tarea legislativa.
Recuerdo que en su segundo año de gobierno el defeño-guanajuatense Vicente Fox Quesada, ya casadito con la “vice presidenta” Marta María Sahagún Jiménez, en la residencia de Los Pinos comentó estar “cansado, aburrido”. No lo dijo, lo dejó entrever, que él no esperaba lo complejo que es ser Presidente de México. Aguantó los seis años. Fue un presidente frívolo. Aceptó que compartió el poder con la michoacana, hoy de 70 años.
No se adelantó el cambio de estafeta, pero hubo muchas inquietudes y abandonó el gabinete “el hijo desobediente”, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ganando la candidatura PANista que Fox quería para el incansable y hoy diputado federal, Santiago Creel Miranda. Era secretario de Gobernación.
LAS PRIMERAS “CORCHOLATAS”
En los siguientes días quedaron al descubierto dos aspirantes. Los nombró el propio tabasqueño. No ocultó su preferencia por la doctora en ciencias Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. El veterano político Marcelo Luis Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores y con misiones no señaladas para esa dependencia.
Claudia además de líder estudiantil en la UNAM, su experiencia se reduce a un cargo en el gobierno del Distrito Federal, delegada en Tlalpan y jefa de Gobierno en la Capital del País. Ebrard comenzó hace más de 30 años. Secretario de Gobierno del Distrito Federal, subsecretario de Relaciones Exteriores, jefe de Gobierno Defeño. En el Servicio Exterior Mexicano, su trabajo diplomático es relevante sobre todo ante Estados Unidos de América.
El senador zacatecano, devoto del Santo Niño de Atocha, desde hace tiempo y precisamente en entrevista televisiva con López Dóriga, manifestó: “estaré en las boletas electorales del 2024”.
En Palacio Nacional tardaron en darle el visto bueno para formar parte de los presuntos aspirantes. Sus discursos, desde entonces, los mejores en cuanto cómo ve el panorama nacional y cuáles son sus intenciones para reunificar a los mexicanos.
Ha demostrado lealtad para el tabasqueño con quien lleva casi tres décadas trabajando. Necesita echarle toda la carne al asador. En política su historial comenzó en 1988 al ser electo diputado federal. Dos veces más en ese cargo, senador, gobernador, jefe delegacional en la Capital de la República. Reciente líder senatorial.
Antes de que Ricardo Monreal Ávila estuviera integrado al grupo, en los finales de agosto del 2021, el tabasqueño Adán Augusto López Hernández salió de Villahermosa, obtuvo licencia para dejar la gubernatura. Se estrenó como secretario de Gobernación y entonces comenté que era “El Caballo Negro” para el 2024.
En fechas recientes para hacer el juego, rellenar espacio en las encuestas, el chiapaneco Manuel Velasco Coello y el conflictivo José Rodolfo Gerardo Fernández Noroña, se apuntaron y recibieron el visto bueno en Palacio Nacional. Velasco del Verde Ecologista y Noroña del petista, los negocios familiares de Jorge Emilio González Martínez “El Niño Verde” y el protegido de Raúl Salinas, Alberto Anaya Gutiérrez; ambos son dueños de eso que llaman partidos políticos.
UNA MÁS DEL TABASQUEÑO
Es común constatar que el hombre que desde hace más de veinte está en campaña político-electoral, jefe de Gobierno en el D.F. y logró más de 30 millones de votos en 2018, sin desempeñar como gobernante, no se percata que es el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Olvida que el 1 de diciembre de 2018 juró respetar, acatar, la Constitución Política y las Leyes que de ella emanen. Es como Gabino Barrera, el rebelde que no entendía razones. Su palabra es la ley, como en la canción de José Alfredo.
Sus frases favoritas: “Nada de que la Ley es la Ley”, “Me canso ganso”, “La Mafia del Poder”. Para dividir a los mexicanos creó su “pueblo bueno y sabio”. Las consultas populares las transformó en encuestas del pueblo. Todos los que no están con él, que no le aplauden, son corruptos, rateros, conservadores, fifís, traidores a la Patria.
Triunfó en su guerra contra el Instituto Nacional Electoral. Ahora ya a sus pies. La autonomía que ejerce el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dice reiteradamente que está al servicio de los delincuentes. El hijo de don Joaquín Guzmán Loera, está preso por presiones del gobierno norteamericano. Los otros dos “chapitos”, ¡bien, gracias!
Pues bien, una más del hombre nacido en Macuspana. La verdad es que no hay quien le haga ver que el Presidente de México debe respetar para ser respetado. Sus afirmaciones mañaneras lo hacen caer en error tras error. Critica lo que él no hace. Golpea por golpear. Acusa, difama, sin aportar una sola prueba. No denuncia ante la autoridad correspondiente, por carecer de fundamentos jurídicos.
LEA USTED Y FORME SU CRITERIO
De mi parte no hay comentario respecto a los párrafos siguientes. Cada uno juzgue. Todo depende del cristal con que se mira, dicen. Otros afirman que muchos al hablar, se muerden la lengua.
Lo que se difundió la mañana del lunes fue el punto de vista presidencial, en relación a las acciones que la llamada oposición política realizará para elegir a la persona que postularán PAN, PRI y PRD como candidato presidencial.
“Ahora se repite la historia, vuelven a buscar la unidad de esa manera en la cúpula. Ya no está Claudio X. González papá, ahora el jefe es Claudio X. González hijo, que es el que va decidir, todo lo demás en una faramalla”.
“Se están poniendo de acuerdo los de arriba, la oligarquía corrupta, saqueadora, para tener candidato y regresar por sus fueros. La oligarquía, la élite política y económica, el método de la simulación”.
“No tienen programado nada. Lo que quieren es seguir robando, porque no tienen llenadera. Entonces, ya viéndolos en unos días más, hasta les puedo decir, por adelantado, quien va a ser el candidato de ellos”.
“En dos días, seguro que no me voy a equivocar, ya esto está resuelto y se reúnen con anticipación. Quieren seguir su política clasista, racista, discriminatoria”.
Queda preciso, conciso y legible el título de este comentario.
jherrerav@live.com.mx