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-Canadá, México, China y Panamá en la mira del próximo presidente de USA.

-Amenaza la soberanía mexicana por no frenar migración y producción de fentanilo.

-Trump pretende controlar nuevamente el Canal de Panamá por influencia china.

PALACIO desde H. Matamoros, Tam.-

Bravuconadas o no, lo cierto es que el próximo presidente de los Estados Unidos, DONALD TRUMP, se muestra seguro y confiado para aplicar una política exterior que podría ser severa para Canadá, México, Panamá y la República Popular de China.

TRUMP acusa a los gobiernos canadiense y mexicano que no hacen lo suficiente para frenar la ola de migrantes que buscan el “sueño americano” en el país de las barras y las estrellas.

También, considera que el país asiático está compitiendo comercialmente en condiciones ventajosas en detrimento de la economía de la Unión Americana.

Apenas asuma el poder en el relevo presidencial del 20 de enero, el magnate neoyorquino amaga con retomar el control del canal de Panamá, ante los excesivos cobros para los buques de Estados Unidos y tarifas bajas para los navíos de carga que utilizan esa vía interoceánica para el transporte de sus mercancías.

En consecuencia, todo parece indicar que el gobierno republicano que relevará al demócrata endurecerá su política comercial, según se desprende de mensajes que el próximo mandatario estadounidense ha filtrado en sus redes sociales.

Obviamente, desde otra perspectiva, DONALD TRUMP prepara el terreno para negociar en 2026 mejores condiciones en el tratado comercial que sostiene con Canadá y México.

Como medida de apremio, el anglosajón ha anunciado un aumento arancelario de 25% de las mercancías que ingresen al territorio norteamericano, lo cual, por supuesto, es tomado con las reservas del caso por los gobiernos de las naciones que forman el T-MEC junto con los Estados Unidos.

Asimismo, llama la atención que, apoyado por el ala dura republicana de la Cámara de Representantes, el próximo mandatario norteamericano amague con tipificar como organizaciones terroristas a los cárteles de la droga mexicanos, como paso previo a intervención armada para combatirlos en sus propios territorios.

Como era de esperarse, la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM respondió que México es un país soberano e independiente y que su gobierno nunca aceptará sumisiones ante un país extranjero.

Le asiste la razón a la mandataria nacional cuando afirma que el alto consumismo de drogas en los Estados Unidos es un grave problema de salud en ese país, al tiempo de recordar que las armas que utilizan los sicarios del crimen organizado provienen de los Estados Unidos.

Sin embargo, la jefa del Ejecutivo federal no reconoce que el gobierno azteca ha fallado en neutralizar a los distinto cárteles de la droga, organizaciones que cada día ocupan nuevas posiciones debido al control de los gobiernos locales.

Ahora que, desde otra óptica, a millones de ciudadanos mexicanos poco o nada les importa la soberanía e independencia del país si una fuerza extranjera interviene para lograr la tranquilidad que la Cuarta Transformación promete, pero sin resultado alguno.

Por otra parte, al igual que su homóloga mexicana, el presidente de Panamá, JOSÉ RAÚL MULINO, ha recalcado que la soberanía e independencia de ese país no son negociables en respuesta a la amenaza del presidente electo DONALD TRUMP en el sentido de reinstalar el control yanqui sobre el Canal de Panamá derivado de la influencia china en ese cruce que une a los océanos Atlántico y Pacífico.

Al respecto, quien a partir del 20 de enero gobernará el país más poderoso del planeta externó en sus redes sociales:

“Las tarifas que está cobrando Panamá son ridículas, especialmente conociendo la extraordinaria generosidad a esa nación por parte de los Estados Unidos”.

“No fue otorgado para el beneficio de otros, sino simplemente como muestra de cooperación. Y si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de dar, entonces exigiremos que el canal nos sea devuelto en su totalidad y sin preguntas”.

Cabe señalar que Estados Unidos construyó el Canal de Panamá en los albores del siglo XX para facilitar el paso de navíos militares y comerciales entre sus costas. El gobierno norteamericano cedió el control del canal de Panamá el 31 de diciembre de 1999, al concluir un tratado firmado en 1977 entre el presidente estadounidense JIMMY CARTER y el general OMAR TORRIJOS, presidente en ese entonces de Panamá.

DESDE EL BALCÓN:

I.-Al margen de que, si DONALD TRUMP cumple o no sus bravuconadas, la realidad es que ha colocado en estado de alerta a México y a Panamá, países cuya soberanía e independencia pudieran ser violentadas por el tío Sam.

Pronto lo sabremos.

Y hasta la próxima.

mariodiaz27@prodigy.net.mx