Que conste….son reflexiones!…
Es impresionante el que, el uno por ciento de los millonarios del país, mantengan en su poder un tercio de toda la riqueza nacional.
Esto indica, no solamente el alto nivel de marginación y de pobreza que existe entre la mayoría de los mexicanos, sino también que no se ha hecho nada para lograr una distribución más justa de la riqueza nacional.
Por otro lado, solamente hay que pensar, que uno de cada cinco mexicanos tienen, o cuentan con servicio médico, y los demás, el ochenta por ciento, el gran número de la infelizaje nacional, tienen que seguir pagando por atención médica, medicamentos, y sufriendo; por supuesto las grandes pendejadas que ha realizado gente sin experiencia, para tratar, «disque» de ahorrar en la compra de los mismos, presumiendo que se pagaron $11 mil millones de pesos menos al adquirirlas en forma consolidada por medio de la ONU, pero la realidad es que no existen ni medicamentos ni atención gratuita, ni una adecuada atención y control, para que los medicamentos no suban de precio cada semana en las farmacias.
Esto quiere decir, que los burócratas del gobierno federal se han dedicado a realizar más acciones de control político qué de salud. Así «han logrado ahorros» pero los que seguimos pagando los altos costos de recuperar nuestra salud, somos los miembros del infelizaje nacional.
Seguramente el Presidente de la República, que es un hombre que tiene sensibilidad política, también sabe que esto afecta seriamente el proyecto de “su Cuarta Transformación, pues no se puede decir que se tienen buenos resultados, cuando en la realidad siguen las carencias afectando a los millones de mexicanos jodidos.
Es evidente que gran destacada prioridad por ahora del Presidente es mantener el control de su organización política, porque se dio cuenta de pronto, que su sólo nombre no es capaz ya de evitar la división dentro de Morena, sino que al contrario, generó el despliegue de las bandas y de los vándalos de las tribus políticas, que se enfrentan ahora en muchos Estados.
Se habla por supuesto, de que se debe controlar a los grupos de la clase media, y esos señor Presidente, desde hace tiempo, están controlados, porque finalmente los de la clase media ni tienen una visión clara de lo que buscan en la vida, ni tienen una organización política que les permita dar certeza en las luchas por las que ellos hablan; de que están dispuestos hasta dar la vida, cuando solamente vemos que llevan casitas de campaña al zócalo, y las dejan abandonadas para tratar de mostrar de que hay gente protestando, cuando en realidad, solamente hay una ausencia total de proyecto político,
Es cierto que en la CDMX, se vio el impacto real que estuvo la llamada oposición, pero no como una organización política, sino como una reacción visceral de muchos grupos, o de una acción, en donde las gentes pensantes se revelaban contra de las consignas y votaron por sus convicciones. Así desplazaron a esos pequeños grupos y bandas, o vándalos, jefes de tribus que tenían el control en muchas de las Delegaciones Políticas, y de las que solamente hacían barbajanadas y corruptelas, que son las que se mostraron con los resultados negativos en contra del voto en favor de Morena.
El Presidente tiene razón, en querer volver a controlar seriamente su organización política. Ya no puede ser solamente el prestigio y la convicción de millones de gentes en su labor y su buena fe, si no hay una organización política real pues lo más seguro es que las cosas se vendrán descomponiendo, más como se ve en muchos lados del país y cómo se van dando las enfrentamientos, y las rotaciones entre los grupos para ampliar sus puestos y presupuestos con miras a la sucesión presidencial adelantada; sobre todo ahora, en que al parecer los hechos dan la razón, de que, cuando menos Marcelo Ebrard y la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, en dónde por las características de la tragedia de la Línea 12 del Metro; generaron un alto nivel de enojo entre los mexicanos al darse cuenta que no se buscaba encontrar las causas, a los culpables de la tragedia y el apoyo a los deudos de las víctimas y de los lesionados, sino se estaba buscando sobretodo, lograr la protección política para esos dos personajes y que no se afectaran los procesos de sucesión, como los había venido planteando el Presidente de la República.
Esto, el propio Presidente, tuvo que hacer, o tuvo que dar un golpe en la mesa, al destituir, a la Secretaria de la Función Pública porque ella y su equipo, o mejor dicho su enorme grupo ligado al Presidente, por cuestiones de nivel de lealtad a él, en favor de su padre y su abuelo, le dieron a ella, grandes facilidades para que lograra incursionar con muchos personajes ligados a su grupo, para mantener un control político, el cual, pensó, que le daría la oportunidad, incluso de imponer por encima de las órdenes presidenciales, a su hermano como candidato a la gubernatura del Estado de Guerrero, o bien, hacer otras canalladas, en donde se veía, no solamente la falta de control político, sino la deslealtad completa que este grupo mantenía, para tratar de imponer sus puntos de vista por encima de las consideraciones realizadas por el propio Presidente de la República.
El hecho de que se haya realizado este tipo de cambios en el poder, da una idea de que el Presidente tiene ya claro, lo que debe realizar. No solamente los cambios administrativos, sino también los cambios políticos que garantizan que las acciones planteadas para la reacción del cambio de instituciones, se podrá hacer gracias a que se tenga la organización política y no se pierdan en palabrerías, reclamos o luchas indebidas por imponerse entre las tribus políticas.
Seguramente, el Presidente también tendrá que intervenir por algunos mecanismos, para garantizar que la organización política no quede en un movimiento, sino que se convierta en un verdadero partido político, y deje de andar haciendo ridiculeces, porque la realidad, es que en muchos lados no solamente muestran sus ambiciones, sino también sus traseros.
No hay duda de que la seguridad pública está en una enorme crisis, que existe sobre todo, en la zona fronteriza ligada al sur de los Estados Unidos; una enorme lucha por mantener el control de las rutas y de los mecanismos que permitan continuar con el tráfico de drogas, armas, gente y todo tipo de acciones destinadas a impulsar a la delincuencia organizada; o a fortalecer las acciones de la delincuencia de cuello blanco, tan ligada a muchos grupos de poder, no solamente los Estados, sino también a nivel federal en algunos lados y campos del país.
El hecho de que el gobierno norteamericano no deje de mantener el dedo en la llaga, para exigir el que se realice un proyecto real, que garantice el control de la seguridad en esa región y límite de las acciones de la delincuencia organizada, nos da la idea, de que, si no logran hacer esto en una forma pronta y expedita, el propio gobierno norteamericano, declarará, que las acciones de las encuesta en el país, no solamente se traducen en un clima de inseguridad, sino que son la base real para sostener los actos de terrorismo en todo el país que pueden afectar a los Estados Unidos; y esto podría dar pie, a que de acuerdo con la política norteamericana, se pueda realizar acciones impunes de penetración para combatir al terrorismo en México, sin que el propio gobierno mexicano, tenga la capacidad, ni para detenerlos, ni para evitar que este tipo de acciones ocurran.
Así se puede tener la seguridad de que andamos muy cerca de una enorme crisis en las relaciones entre México y los Estados Unidos, y sobre todo, en que la acción que limitaría la violencia, no está contemplada en un nivel de proyecto político nacional, sino como una simple esperanza de que combatiendo la pobreza, se podrán abatir esas ansias de riquezas y
ambiciones que despiertan los grupos de la delincuencia organizada, con los altos niveles de ganancias que mantienen en toda la economía nacional.
El Presidente debe, tiene o sabe, que él debe entender; ya son tiempos distintos, que tuvo muchas oportunidades para alcanzar cambios, pero los dejó, porque pensó que solamente su acción moral y su capacidad de movilización a los miembros del infelizaje le daría la capacidad para hacer las modificaciones que se requieren en el país, y eso es una variante importante, pero no es una realidad constante.
Hoy tiene que enfrentar el clima en contra de la pobreza, tiene que dar respuesta a la falta de medicamentos y la atención médica de la mayoría de los mexicanos, y tiene que garantizar sin duda alguna, los niveles de seguridad para toda la población en todos los lugares del país, y sobre todo, organizar, ya, su partido, y dejar de pensar en que las organizaciones se hacen solamente porque se quieren hacer, sino porque se deben hacer, y para ello, lo que tiene que hacer, es eliminar a los ambiciosos y líderes de los grupos y tribus políticas de su organización, para dar congruencia, a que las mayorías puedan realmente estructurarse en apoyo a los proyectos de la cuarta transformación que ha planteado y que seguramente nos podrían dar respuesta a muchos de los problemas que México ha tenido, y que necesitamos sortear. Ya es tiempo de que se hagan las cosas, y no solamente se hable de sueños y esperanzas.