El Gobierno de Bolivia declaró este miércoles la “emergencia nacional” con el propósito de agilizar la coordinación interna y la llegada de apoyo internacional para combatir al menos 3 incendios forestales que se registran en diferentes regiones del país ante el peligro de que “se expandan”.
“Para proteger nuestro medio ambiente, la salud de las personas, la biodiversidad y las actividades de la población boliviana, hoy en Gabinete aprobamos el Decreto Supremo que declara Situación de Emergencia Nacional ante la presencia de incendios forestales y el inminente riesgo de su propagación en el territorio nacional”, publicó el presidente Luis Arce.
Arce dijo que esta declaratoria permitirá “movilizar mayor cantidad de recursos humanos, financieros y de equipamiento”, además se podrán activar equipos de “respuesta inmediata” para la recuperación y reforestación de las zonas afectadas.
Por su parte, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, explicó que uno de los incendios que actualmente se combate con 77 bomberos está en el parque nacional Noel Kempff Mercado, ubicado en la región oriental de Santa Cruz.
“Hay un helicóptero trabajando en la zona y hasta la fecha hizo 71 descargas con un total de 71 mil litros de agua”, señaló Calvimontes.
El segundo incendio se registra en el parque nacional Tunari, en la región de Cochabamba (centro), donde están trabajando 178 militares y “en este momento está operando un helicóptero”.
Según el viceministro, el fuego bajó “considerablemente” y se estima que en las siguientes horas pueda estar controlado.
El tercer incendio forestal está en el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, en Santa Cruz, donde trabajan 56 militares tratando de sofocar el fuego.
Desde mediados de junio hasta la fecha se registraron 720 focos de calor, de los cuales 540 están en Santa Cruz, 140 en la región amazónica de Beni y 15 en la región andina de Potosí.
Hasta el momento se realizaron 52 operaciones contra los incendios forestales con el trabajo de 967 personas, entres bomberos y militares, y la participación de 645 unidades de diferentes instituciones.
Calvimontes señaló que aún no se cuenta con la cifra oficial de la cantidad de hectáreas arrasadas por el fuego, pero que el Sistema Integrado de Monitoreo de Bosques, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, está trabajando en ello.
La declaratoria de emergencia nacional supone también que el Gobierno central destine más recursos, que todos los ministerios estén en la obligación de buscar más recursos, en el marco de su competencia, y que los gobiernos departamentales y municipales pueden disponer del dinero necesario para combatir los incendios.
Los incendios forestales arrasaron más de 12 millones de hectáreas en 2024 y dejaron a Bolivia con “la mayor crisis ambiental” de su historia, lo que significa que no podrá recuperar lo que se perdió en más de cuatro meses de intensas quemas en bosques, pastizales y reservas naturales.
El Gobierno declaró en septiembre del año pasado el “desastre nacional” debido al impacto de los incendios y a la ayuda que recibió de otros países para sofocarlos.
Los incendios son un problema recurrente en Bolivia y se atribuyen sobre todo a los “chaqueos” o quemas controladas autorizadas para preparar los suelos para la siembra y el pastoreo.
EFE