La isla caribeña negó categóricamente este 4 de diciembre cualquier conexión con el narcotráfico y afirmó mantener su cooperación con Estados Unidos bajo el convenio bilateral vigente desde 2016. Altos funcionarios del Ministerio del Interior de Cuba (Minint) y del Ministerio de Justicia de Cuba aclararon que el país “no es productor ni país de tránsito de drogas”, insistiendo en su disposición de colaborar internacionalmente en la lucha contra el tráfico ilícito.

Durante una conferencia de prensa, el coronel Juan Carlos Poey, titular del Órgano Especializado Antidrogas del Minint, señaló que a pesar de su ubicación geográfica en rutas marítimas clave, Cuba no opera como almacén de estupefacientes y regularmente detecta intentos de introducir drogas por vía marítima o aérea.

Mientras tanto, el primer coronel Ybey Carballo, jefe del Estado Mayor de las Tropas Guardafronteras, informó que el país comparte inteligencia en tiempo real con autoridades estadounidenses, entregando datos sobre embarcaciones sospechosas, su rumbo, número de motores y personas.

Las autoridades cubanas indicaron que este año han incautado más de dos toneladas de drogas confiscadas en su territorio, y subrayaron que la mayor parte del ingreso de estupefacientes —especialmente sintéticos— proviene desde Estados Unidos, lo que convierte el fenómeno en una amenaza externa más que en un problema de producción local.

El ministro de Justicia, Oscar Silvera, quien preside la Comisión Nacional de Drogas de Cuba, reafirmó que la estrategia de la isla se enfoca en la prevención y en mantener la isla libre de producción, tránsito o almacenamiento de drogas ilícitas.