x.- Chucho Ramírez, Audomaro y Américo.

Punto Rojo

Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, es una de las  ciudades más bonitas del mundo, aunque muchos digan lo contrario.

A lo largo de mi carrera como reportero he sido testigo de lo fácil que enamora a extraños y propios, he visto sucumbir ante sus encantos a profesionistas, sacerdotes, empresarios, policías y militares.

Por eso  y lo presumo, no me parecían extrañas las visitas del General Audomaro Martínez Zapata, (Director del Centro de Inteligencia Nacional) hombre de todas las confianzas del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Luego supe el inmenso cariño que su hijo, un apasionado del fútbol profesional, le tomó a nuestro pueblo, tan es así que instala escuelas de éste deporte, la última en el altiplano tulteco, zonas productoras de buenos deportistas pero con pocos apoyos.

La amistad entre David Martinez (hijo del General) con el Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) Guillermo Mendoza Cavazos se dio a través del ex jugador del Correcaminos José Luis Malibrán, otro deportista que se enamoro de Victoria.

Ahi nació la idea de abrir escuelas o canteras futboleras.

El General Martínez Zapata siguió viniendo.

Para entonces Américo Villarreal Anaya tomaba posesión en una de las más controvertidas elecciones.

De inmediato un grupo de ambiciosos individuos comenzaron a ver la UAT como el cofre del tesoro o como un botín de Guerra.

Cegados por la ambición y en busca del dinero fácil desde las oficinas de Comunicación Social, un hotel de la salida a Matamoros, y de las mismas entrañas de la UAT, se lanzó un encarnizado ataque contra el General, su hijo y el Rector.

El número de páginas falsas aumentó cuándo familiares del Alcalde se sumaron al ataque buscando al menos el control de una de las Facultades.

El Gobernador todo lo deja pasar, no frena nada.

El General como todo militar soportó la embestida siguió viniendo a Ciudad Victoria, su hijo continuó trabajando en pro del Fútbol juvenil.

Otros operadores guardaron distancia, en cualquier momento la disciplina militar se impondria y nadie querría estar cerca al momento de los cascazos. (Por algunas experiencias vividas como reportero de nota roja).

La torpeza de los enemigos del Rector no tuvo límites, golpeaban al militar de alto rango para debilitar a Mendoza.

En un partido del Correcaminos contra el León, Audomaro llegó al Marte R. Gómez vistiendo la playera verde olivo con el escudo del Correcaminos.

La playera surgió en la épocas de Cabeza de Vaca.

Para los ambiciosos de «ideas brillantes», el General había caido en la emboscada.

Las redes sociales se movilizaron rápidamente contra el Jefe de la Inteligencia Nacional.

Nunca repararon en pensar que un soldado es fiel hasta la muerte  al verde olivo.

Su torpeza y soberbia no les permitió analizar el nivel de inteligencia que enfrentaban.

Hace más de un mes Américo Villarreal recibió la visita de Jesús (Chucho Ramírez), jefe de Prensa del Presidente de México.

No era una visita de cortesía, mucho menos era un espaldarazo a la Administración como se hizo creer.

‘Traigo un encargo del Presidente».

‘»Claro, lo que se ofrezca, digame», contestó educadamente el Ejecutivo Estatal.

«Dejen en paz al General o de lo contrario arreglará las cosas a su manera» .

Chucho recorrió Ciudad Victoria en compañia de la primera dama estatal sin ningún funcionario de Comunicación Social.

Desde entonces los ataques al General y su hijo cesaron.

Los fascineros continúan apaleado al Rector.

puntorojo66@yahoo.com.mx