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Jesús te Ampare

“A los que puedan oírme les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano”.

Mensaje del genial comediante Charles Chaplin en una de sus pocas películas sonoras titulada “El gran dictador”, que revolucionó al mundo político.

Chaplin creó a Charlot, un tierno, simpático y memorable vagabundo que difundió al universo su perspectiva crítica sobre el capitalismo salvaje, el auge de los totalitarismos y la deshumanización del mundo.

La profundidad de sus notables recursos mímicos puso al londinense en la mira del poder político estadounidense que lo forzó a regresar a su país.

Ningún hecho ilustra mejor su insobornable condición de artista comprometido.

En el filme “El gran dictador” el multifacético actor suelta un mensaje con tremenda sátira y crítica.

Se burla del dictador Adolfo Hitler, sin conocer los horrores de la II Guerra Mundial, ya que la cinta se grabó en 1940.
Y lanza al mundo una arenga que es una imagen casi perfecta de la humanidad y de los políticos de la época.

“No quiero gobernar o conquistar a nadie. Quisiera ayudar a todos. Queremos vivir para la felicidad y no la miseria ajena. No queremos odiar ni despreciar”, dibujaba desde entonces escenarios que se viven hoy día.

Chaplin sostenía que “el camino de la vida puede ser libre y bello, pero hemos perdido el rumbo. La codicia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado barreras de odio, nos ha llevado a la miseria y a la matanza”.

Y profundizaba:

“Ahora mismo mi voz llega a millones de seres, millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que hace torturar y encarcelar a gentes inocentes”.

Así era Charlot.

Profundo, inteligente, visionario y creativo.

Nadie como él.

Cuando el famoso científico Albert Einstein conoció a Chaplin, le expresó: “lo que más admiro de su arte es que usted no dice una sola palabra y, sin embargo, todo mundo le entiende”.

De bote pronto, el célebre comediante le respondió: “cierto, pero su gloria es aún mayor; el mundo entero lo admira cuando nadie entiende una palabra de lo que dice”.

Dos genios frente a frente.

Dos talentos con diferentes virtudes y debilidades.

Chaplin expresaba que con promesas incumplidas “subieron las bestias al poder. ¡Pero mintieron! No cumplen y no cumplirán las promesas”.

Además, exhortaba a luchar para liberar el mundo. Romper las barreras nacionales, terminar con la codicia, el odio y la intolerancia.

“El odio pasará, los dictadores morirán y el poder que quitaron al pueblo, volverá al pueblo”, remataba con voz firme el genial comediante.

Muchas de sus ideas han quedado para la posteridad y están vigentes.

ceciliogarciacruz@hotmail.com