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El 2024 será reconocido como el proceso electoral más grande que ha tenido México, el 2 de junio los ciudadanos acudiremos a votar, incluso los ciudadanos mexicanos que viven en el extranjero para elegir más de 20,000 cargos públicos.

Se renovará la Presidencia de la República, 128 Senadores, 500 Diputados, 9 Gobernadores en diferentes Estados: Jalisco, CDMX, Guanajuato, Veracruz, Morelos, Puebla, Tabasco, Chiapas y Yucatán.

Este año será el de mayor actividad electoral en el mundo, están preparados más de 80 comicios importantes.

Unos 4,q000 millones de votantes tienen el derecho a votar para incidir en el futuro de su país.

En el Continente Americano están previstas elecciones en Estados Unidos, México, el Salvador, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (tenemos la duda que sean elecciones democráticas)

Los ciudadanos esperamos un cambio, pero no cantamos victoria, tenemos preocupaciones encontradas. El ejercicio electoral es positivo para la democracia sobre todo en nuestro país con tan incipiente democracia, muchos recordamos las elecciones de simulación que fueron una práctica de muchos años, hasta que se logró la alternancia.

Pero también nos preocupa que el narco se inmiscuya en los comicios como ya lo hizo en las pasadas elecciones, mataron a varios candidatos, en algunos pueblos se robaron las urnas y con eso inculcaron miedo para acudir a votar.

No solo en nuestro país, en todo le mundo hay motivos para preocuparse, las migraciones, los conflictos internacionales y la polarización en los comicios y que Donald Trump regrese a la presidencia, sería un error para la democracia de Estados Unidos.

La democracia como sistema es un círculo de enseñanza permanente en el que todos estamos aprendiendo y todos podemos instruir a los que nos necesiten.

La verdadera educación empieza por asumir que no es simplemente una educación para la vida laboral; la educación es la formación integral del ser humano.

Las democracias están siempre bajo estrés, las minorías reclaman derechos y la mayoría no quiere comprometerse con responsabilidades.

En las obras circula dinero que se tiene que reportar, pero los políticos y los beneficiados, los amigos de los políticos, saben cómo evadir las auditorias y esto crea corrupción.

La ciudadanía en cualquier país está muy polarizada, lo acabamos de ver hace unos días en Guatemala, vivieron horas de incertidumbre, le impedían que tomara posesión del cargo.

Algunos Presidentes que asistieron a la toma de posesión tuvieron que retirarse por motivos de agenda, finalmente después de unas horas el presidente Arévalo fue juramentado.

Otra preocupación sucedió en Ecuador, los conflictos entre carteles de la droga y el crimen organizado se infiltró en el sistema penitenciario, un conflicto que parece guerra civil.

En México desgraciadamente la violencia se ha apoderado del país, muchos aseguran que, con el consentimiento del presidente, el resultado es muy preocupante.

Los seguidores del presidente no se cansan de defenderlo, siempre que se hace un comentario, salen a la defensa y comentan las palabras de las mañaneras “la culpa es de los neoliberales, de los periodistas, los columnistas y no se cansa de repetir los nombres.

¿Recuerdan a sus hijos? al inicio de su mandato no sabían a que se iban a dedicar, pronto encontraron negocios en charola de oro, ahora son empresarios y prósperos traficantes de influencias. 

El problema es que López Obrador prometió combatir la corrupción, pero solo de palabra, como un virus la ha multiplicado; ahora él y su candidata amenazan con cambiar la Constitución y apoderarse de la Suprema Corte.

No olvidemos su promesa de campaña ¡al diablo las instituciones!

Nuestro país está en peligro de seguir con este gobierno, las instituciones, la democracia y los Derechos Humanos que tantos años nos han costado, están en peligro.

Basta de indiferencia tenemos que abonar a nuestra democracia, es un derecho y un deber.

La indiferencia y el valemadrismo son prácticas que deben erradicarse.

rosamchavez@hotmail.com

Twitter X @DrRosaCh