La selección de Camerún enfrenta una crisis sin precedentes a pocos días de debutar en la Copa Africana de Naciones (AFCON) 2025, marcada por conflictos institucionales, convocatorias contradictorias y la polémica gestión del presidente de la Federación Camerunesa de Fútbol (FECAFOOT), Samuel Eto’o.
El conflicto central radica en una disputa de autoridad entre Eto’o, quien funge como presidente de FECAFOOT, y el entrenador belga Marc Brys. Eto’o anunció la destitución de Brys y designó a David Pagou como nuevo técnico, pero Brys se negó a reconocer su despido argumentando que no recibió comunicación oficial y que solo el Ministerio de Deportes tiene la potestad contractual para sancionarlo.
Como consecuencia de esta disputa, se han publicado dos listas diferentes de convocados para la AFCON, generando confusión entre jugadores, aficionados y autoridades del fútbol africano. La federación bajo Eto’o excluyó figuras clave como el portero André Onana y el delantero Vincent Aboubakar, mientras que en la convocatoria paralela presentada por Brys aparecen estos jugadores incluidos.
La ausencia de Aboubakar —quien suma 45 goles con la selección— ha desatado una oleada de críticas y denuncias, ya que varios medios y aficionados han sugerido que Eto’o intervino en la decisión para evitar que el atacante se acerque o supere su propio récord histórico como máximo goleador de la selección camerunesa (56 goles), un señalamiento que ha alimentado aún más el debate público.
La polémica ha llevado al equipo a un auténtico caos organizativo, con el Ministerio de Deportes interviniendo oficialmente en el conflicto y reafirmando su decisión sobre la destitución de Brys, lo que complica aún más la normal preparación del combinado nacional a menos de dos semanas del inicio del torneo.