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                                                                                                                  En las nubes  

Carlos Ravelo Galindo, afirma: El 18 de julio de 1872, a las 11:30 de la noche, víctima de un padecimiento cardiaco, murió el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Benito Juárez García.

Cada año, a partir de este 2019,  será Día de luto y solemne para toda la Nación.

La bandera nacional deberá izarse a media asta.

Fue el caudillo civil que defendió la independencia y soberanía de la nación frente a la invasión extranjera a la República y del Estado de  Derecho así como a la laicidad del Estado.

En Flor y Látigo, ideario político, escrito por Andrés Henestrosa, entre muchos pensamientos, destacamos, hoy, uno del Benemérito de las Américas:

“Mis compatriotas no serán molestados por sus opiniones, de palabra o escritas. Las respetaré y haré que se respeten.

“Con dulzura y moderación procuraré que todos cumplan con sus deberes.

“Pero el que traspasare la línea que le trazan las leyes, el que atentare contra  el derecho ajeno, el que perturbare la paz, ése sufrirá todo el rigor de las leyes”.

Muy joven abandonó su natal Guelatao en busca de educación.    Se tituló como abogado, fue diputado local, federal y gobernador de su Oaxaca, así como, ministro de Gobernación y de Justicia.

Como presidente de la Suprema Corte de Justicia asumió la primera magistratura de la República tras el golpe de Estado promovido por el Partido Conservador.

Decretó en Veracruz las Leyes de Reforma que sentaron las bases del Estado Soberano y Laico.

Durante la Intervención Francesa y el establecimiento del Segundo Imperio, Juárez encabezó la resistencia que dio el triunfo a la república en 1867.

Desde enero de 1871 al ocurrir el fallecimiento de su esposa Margarita Maza, el ánimo del presidente Juárez se había visto seriamente afectado.

Un año más tarde, en la víspera de su cumpleaños, el doctor. Ignacio Alvarado le diagnosticó una angina de pecho.

A pesar de sus molestias, Juárez cumplió con sus obligaciones.    El 17 de julio padeció un dolor de cabeza que lo acompañó a lo largo del día y por la noche despertó aquejado de fuertes náuseas.

Al día siguiente, con un poco de alivio, recibió en sus habitaciones a José María Lafragua, ministro de

Relaciones y al general Ignacio Alatorre.

A lo largo de la tarde su condición empeoró, su familia fue alertada y llamó a los doctores Gabino Barreda y Rafael Lucio.

Cerca de la medianoche, el presidente, expiró.

El cuerpo embalsamado por los doctores Rafael Lucio y Gabino Barreda fue expuesto en el salón de embajadores de Palacio Nacional donde se le rindieron homenajes luctuosos.

El 23 de julio sus restos fueron trasladados al panteón de San Fernando donde reposan hasta la fecha.

Y sobre la vida y la muerte, la escritora Rusia MacGregor, nos dice: Consenso, diálogo y tolerancia. Aplican para todo.  craveloygalindo@gmail.com