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-Un accidente casero le cortó la vida.
-El Lote de Actores en el Panteón Jardín
está en completo abandono.
-Denuncian la penuria en la Casa del Actor.
-Narración de la escritora Xóchitl Moncada.

Alfa-Omega

(“El Grito” del 15 y el desfile del 16, no son actos de un partido político ni de un gobernante, son la fusión de los Tres Poderes de la Unión y el Pueblo*).
DOLOROSA PARTIDA

Muchas veces “me morí de risa”. En el tablado del teatro, en la pista del centro nocturno, viéndolo en la pantalla del televisor. Un comediante del humorismo sano. Nunca necesitó hablar con groserías ni pronunció frases de doble sentido. Su partida nos duele.
Ese era el versátil Benito Castro. Integrado al cuarteto de Los Hermanos Castro, sus primos hermanos. Además de cantar, le dio vida al grupo, sus excentricidades recibían el aplauso de quienes lo escuchábamos. Así comenzó su brillante carrera y precisamente en un escenario internacional, en Las Vegas.


Por fortuna para él, cuando vivió fue objeto de reconocimientos en el medio artístico. Muy bien ganados los premios y los galardones que se le otorgaron. Hombre siempre con la amabilidad por delante. La sonrisa pícara y sus movimientos de manos.
Parte de ese carisma como cantante se reflejó muchas veces en sus actuaciones en películas y en las series o programas de televisión. Fue compositor, músico, imitador de voces y, me aseguraron, un gran amigo con sus compañeras y sus compañeros.
“Papiringo”, fue, es y será, por siempre, un personaje que estará en la mente de muchas generaciones. Benito le dio la vida al apapachado, dulce y cariñoso padre de su adorada hijita, “La Güereja”.
PROYECTO INCONCLUSO
Cruel es el destino. A sus 77 años de edad Benito Castro no tenía problemas físicos ni mentales. Estaba muy emocionado e ilusionado porque “tenía llamado de Televisa para grabar un programa “piloto” de la nueva serie con su entrañable compañera María Elena Saldaña.


Listo para emprender el viaje, resbaló en la escalera interior de su domicilio. Cayó, rodó. Se golpeó brutalmente la cabeza, una de cinco costillas fracturadas le perforó el pulmón. Sufrió una hemorragia interna, perdiendo mucha sangre.
Sus familiares acudieron inmediatamente en su auxilio y solicitaron una ambulancia con médico a bordo. Lo trasladaron a un hospital. Desgraciadamente no resistió el gran Papiringo.
En los estudios de Televisa lo esperaban. La mala noticia pronto se supo en los pasillos de la televisora. Nadie podía creerlo, no lo daban por cierto. Confirmada la noticia las reacciones de María Elena Saldaña, nuestra querida “Güereja”, Carlos Bonavides y de la productora Abigail Alfaro, esposa de Luis de Alba, fueron de extremo dolor, llanto y tristeza.
Se acababa la vida de un hombre que inició su carrera artística en 1962. No lo olvidaremos en La Carabina de Ambrosio, en El Show del “Loco” Valdés. En los programas que compartió con Anabel y “Pácatelas” con Paco Stanley.
En el certificado médico se asentó que la muerte fue a causa de un traumatismo craneoencefálico.
ÚLTIMA ACTUACIÓN EN LOS ÁNGELES
Por las versiones periodísticas nos enteramos que Benito Castro regresó muy contento, sonriente como siempre, de Los Ángeles, California. El sábado estuvo en un escenario, no supe cuál, pero jamás imaginó que ahí terminaba su existencia artística.
Abigail fue a recibirlo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, como quedaron al despedirse de ese mismo lugar. “Ayer domingo (10) estuvo con nosotros. Estaba muy contento “porque tenía un llamado de Televisa”. La misma amiga de Benito, expresó: “Me está doliendo en el alma todo esto”.
PROBLEMAS PARA LA INHUMACIÓN
Además del dolor que sufrían por la sorpresiva muerte de Benito, sus familiares no imaginaron que vendría otro problema.
Se efectuaron las honras fúnebres y se procedía a sepultar el ataúd con los restos del comediante, en la tumba que le correspondía en el Lote de Actores, en el Panteón Jardín.
Imposible dejar en santa paz a Benito. ¿Por qué? ¿Qué impedimento se interpuso?
La tumba estaba cubierta de maleza. Muestra del descuido en que los directivos de la Asociación Nacional de Actores tienen ese lugar. Hubo que esperar 24 horas para realizar la inhumación. Porque primero se procedió a ordenar fuese limpiada la fosa.
PLEITOS INTERNOS DE LÍDERES
Resulta imperdonable que los últimos tres comités nacionales de la ANDA hayan eludido u olvidado su responsabilidad e inclusive se habla de que les importó más el manejo de los ingresos, las aportaciones de los socios. No pocas veces han llegado a los litigios judiciales.
Los tres últimos secretarios generales, Abel Casillas, Jesús Ochoa y Marco Treviño, están señalados como responsables del abandono del Lote de Actores, en el Panteón Jardín. De las tumbas han desaparecido todo lo que es metálico y ornamentación. Nadie se preocupa por el mantenimiento y cuidado.
Si tienen antecedentes de los actores (?) Abel Casillas y Marco Treviño, les agradeceré me los envíen a mi correo electrónico. No encontré datos de ambos.
En los días que “dirigió” Jesús Ochoa, fue denunciado que La Casa del Actor, el refugio de quienes participaron en la industria cinematográfica, carecía de lo indispensable tanto para alimentación como de medicinas y de ropa para las camas. Nadie hizo el esfuerzo y menos el señor Ochoa, para solucionar el problema.
Lejos aquellos tiempos en que la dirigencia nacional de la ANDA estaba entregada a cuidar todos los aspectos laborales, sociales y personales de sus socios.
Don Fernando Soler, el primer secretario general de la Anda, allá por los años del 34. Después Mario Moreno “Cantinflas”, Jorge Mondragón y Jorge Negrete. Tres mujeres han tenido el liderato, en forma consecutiva, Lilia Aragón, Silvia Pinal y Yolanda Ciani.
De quien guardo gratos recuerdos es un tipazo que fue mi amigo, el licenciado Rodolfo Echeverría Álvarez, artísticamente conocido como el actor Rodolfo Landa. Su gestión se caracterizó por estar atento al servicio médico y a la tarea que realizaba doña Dolores del Río al frente de La Casa del Actor. Era la década de los 60.
IMPRESIONANTE NARRACIÓN
Con una afectuosa dedicatoria tengo sobre mi mesa de trabajo, un ejemplar del libro titulado “Invisibles” editado por la Fundación Proayuda Lupus Morelos y en la portada podemos leer: Antología del Taller de Escritura Biográfica Autoinmune. En la parte inferior hay una línea: Dalia Tapia Acevedo portada e ilustraciones María Carreón compiladora.
Entre las colaboradoras de las interesantes, precisas y objetivas narraciones, encontré la de una mujer nacida después en la segunda mitad del Siglo XX, en la Ciudad de México, y que en la presente centuria decidió vivir en la Ciudad de la Eterna Primavera, Cuernavaca, Morelos.
Autora de muchos cuentos cortos y narraciones extraordinarias de diferentes tópicos, Xóchitl Moncada nos deleita son su “Autorretrato de una mujer feliz”, donde comparte lo siguiente: “Al escribir mi historia, he podido reencontrarme con mis raíces para entender mi presente. He rescatado recuerdos empolvados, algunos maravillosos, otros tal vez amargos, afortunadamente los menos”.
¿Además de mis familiares y amigos, quién estaría interesado en leerlas? ¿Para quién?…reflexionó sobre el hecho de que esta autografía es el producto del Taller de Escritura Biográfica Autoinmune …reconocer lo que me hace feliz y reír a carcajadas , contar lo que me entristece , lo que sueño, lo que me asusta, aquello que enoja y lo que me divierte”.
En verdad es muy impresionante el relato que hace Xóchitl Moncada, una de las muchas personas que han padecido Lupus y se sobreponen. Su narración es muy amplia y recomiendo que la busquen, les gustará.
Ella pertenece a una generación de escritoras que se inició hace 21 años en un taller patrocinado por el Orfeo Catalá, en la Ciudad de México, con el nombre de Asociación de Escritores Tirant lo Blanc, México, coordinada por dos grandes escritoras, la periodista Noemí Atamoros y la incansable, conferencista y participante en varios talleres de lectura y escritura, la querida amiga y colega Esther Vázquez Ramos, de quien haremos próximo comentario.
En la edición de Invisibles también colaboraron, con interesantes artículos: María Carreón, Virginia Voghotti, Donají Domínguez, Dalia Tapia Acevedo, Victoria, mamá doctora autoinmune, Suzie Xoxoki y Wendy Ocádiz.
*Opinión de un jurista que pidió el anonimato.
jherrerav@live.com.mx