Por: Jorge Herrera Valenzuela
A L F A O M E G A
Se llama Victoria Dorelans.
Originaria de San Agustín Tlaxco, Estado de Tlaxcala.
Tenía 19 años. Hoy debe estar en los ochenta, si vive.
Hermosa indígena de belleza sensual. Ojos profundos. Mirada de mujer segura de sí misma. Cabellera azabache, hasta media espalda. Piel morena. De figura corporal bien formada.
Así han descrito a la dama cuyo rostro y parte de su pecho fue dibujado por el muralista jalisciense Jorge González Camarena para aparecer impreso en la portada de 16 millones de libros, simbolizando a La Patria. Los Libros de Texto Gratuitos, desde 1960.
Este pasaje real que comentaré en los siguientes párrafos, es oro molido para los escritores de guiones de películas o telenovelas. Quedaría clasificado dentro de los argumentos de tramas color de rosa, por el romanticismo que encierra. Los personajes centrales, un muralista ampliamente conocido por su obra y hermano de un genio, Guillermo González Camarena, el inventor de la televisión a colores. Ella, una atractiva joven, modesta mesera en una cantina.
LA BELLA Y EL PINTOR
Poco se sabe, más bien nada, en torno a Victoria. Su encuentro con Jorge lo ubican un investigador y un periodista, en una cantina a la que acudían muchos enamorados de la bohemia, entre ellos los hombres del pincel y de la brocha fina. El muralista se queda prendado (¡qué cursi!) y comienza a cortejarla, invitándola a platicar y ella se resiste. Le ofrece ser amigos y que ella acepte ser su modelo para una obra que le encargaron en la Secretaría de Educación Pública. No hay ubicación del lugar ni referencia a fechas, pero parece que el primer encuentro fue en el año 1959.
González Camarena no desiste de su idea. Reitera la invitación a Victoria. La tlaxcalteca le dice que está casada con un hombre muy celoso, que es pistolero al servicio de un importante político hidalguense y que le advirtió que primero la mataba, que dejarla ser modelo para un pintor. Se abrió un espacio en el tiempo, Jorge no acosó más a Victoria. Los enterados no informan si la pareja siguió viéndose en el mismo lugar.
Transcurridas unas semanas, Jorge retornó a la cantina y cuando pasó frente a la casa de Victoria, vio en el pórtico una señal de duelo, un moño negro. En pocos minutos se enteró que el esposo de la muchacha había muerto en un enfrentamiento. ¿La suerte? ¿La fortuna? ¿Dios le estaba ayudando? Lo que hizo el jalisciense fue buscar a la belleza de Tlaxco y finalmente logra su propósito y, según cuenta Marcel González Camarena, nieto de Jorge, hubo un tórrido romance entre los personajes de esta peliculesca historia.
EL ROSTRO PORTADA DE LIBROS
Una vez que González Camarena realizó su obra y la presentó al gobierno del presidente Adolfo López Mateos, se autorizó que fuera impresa en la portada de los Libros de Texto Gratuitos. La edición fue para los alumnos de primero a sexto años de Educación Primaria. El tiraje fue de 16 millones de ejemplares para ser distribuidos en toda la República. Los alumnos de sexto recibieron sus libros hasta 1961, en el año anterior fueron de primero a quinto, abarcando las materias siguientes: matemáticas, ciencias naturales, historia, civismo, español y geografía.
Rompo con el relato de esta novelita basada en hechos reales, para comentar que López Mateos trabajaba en la SEP durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas y el secretario de Educación era don Gonzalo Vázquez Vela, quien tuvo la idea de los Libros de Texto Gratuitos. Ese proyecto se convirtió en realidad durante el sexenio lópezmateista, con el añorado maestro Jaime Torres Bodet como titular de la SEP.
Se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y su director fue don Martín Luis Guzmán, hombre de letras y periodista, además de haber sido secretario particular de Pancho Villa. La portada con la imagen de Victoria fue retirada en 1972 y 20 años después reapareció en el libro de Historia de México; posteriormente en otros más.
EMPIEZA LA LEYENDA
Tanto el investigador Antonio Luna Arroyo como el periodista Wilebaldo Herrera (a quien no tengo el gusto de conocer) dedicaron su tiempo para investigar sobre la vida de Victoria Dorelans y resultaron frustrantes las pesquisas. Nadie pudo dar informes sobre la bella joven ni encontraron su acta de nacimiento en el Registro Civil de Tlaxco. Simplemente nadie la conocía, según reveló Luna Arroyo en un libro relacionado con el muralista y que publicó la UNAM.
Wilebaldo en su reportaje aparecido en la Revista Proceso, el 7 de septiembre de 1992, apuntó que Victoria “no existe para los historiadores y redactores de la Secretaría de Educación Pública, pues nunca hicieron referencia a ella. La olvidaron, añadió, como también al presidente López Mateos, creador de esos libros”.
Pues bien, se supo que Victoria después de terminar con González Camarena, se unió con el pintor y poeta Cutberto Escalante, oriundo de San Martín Xaltocan, Tlaxcala. Vivieron en París. Él regresó a su pueblo, donde murió por congestión alcohólica. De ella no se volvió a saber nada y hasta ahora se desconoce si vive. En Tlaxco no existe pariente alguno. Jorge González Camarena murió en 1980, a la edad de 72 años; en Tlaxco hay una estatua del ilustre guadalajareño.
Victoria Dorelans pasó a la inmortalidad en los múltiples murales que pintó su “descubridor”, uno de ellos fue el que por órdenes del presidente Gustavo Díaz Ordaz, pintó en el vestíbulo de acceso a la Casa del Arte en la Ciudad Universitaria de Chile, parte de la Universidad de Concepción. En más de diez obras está el rostro de la misteriosa dama. Si usted sabe que vive, por favor comuníquelo a este comentarista al correo anotado al final con letras negras.
PRESIDENTES ASESINADOS
El pasado jueves se cumplieron 100 años del asesinato del presidente Venustiano Carranza Garza. Se dirigía al Puerto de Veracruz para establecer la sede del Poder Ejecutivo Federal, tras el golpe asestado por los sonorenses firmantes del Plan de Agua Prieta. Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta. Dormía en un jacal en Tlaxcalaltongo, Puebla, cuando militares a las órdenes de Rodolfo Fierro dispararon sus rifles contra el Varón de Cuatro Ciénegas. Los sonorenses hicieron circular la versión de que el Presidente Carranza se había suicidado. Todo ocurrió la madrugada del 21 de mayo de 1920.
También el Siglo XX murieron violentamente otros dos mandatarios mexicanos. El 22 de febrero de 1913 por órdenes del usurpador Victoriano Huerta fue asesinado el coahuilense Francisco Ignacio Madero González en el exterior de la Penitenciaría de la Ciudad de México (el Palacio Negro de Lecumberri). En el mismo lugar y a la misma hora fue acribillado el tabasqueño José María Pino Suárez, séptimo y último Vice presidente de México. Nacido en Tenosique, Tabasco, Pino Suárez fue gobernador de Yucatán, presidente del Senado y titular de Educación y Bellas Artes en el breve gobierno de Madero.
Iban a festejar al general Álvaro Obregón por su triunfo como candidato presidencial del Partido Laborista Mexicano, luego de reformarse la Constitución Política para eliminar el principio de “No Reelección”. El Manco de Celaya fue Presidente de México del 1 de diciembre de 1920 al 30 de noviembre de 1924. La celebración, el 17 de julio de 1928, se iniciaba con una comida en el restaurant La Bombilla, en San Ángel. De pronto apareció un supuesto caricaturista y a quemarropa disparó contra el Presidente Reelecto que no saboreó esas mieles. El asesino se llamó José León Toral.
El 13 de noviembre de 1863 al dirigirse hacia Querétaro con un contingente militar, el ya ex presidente Ignacio Comonfort (José Ignacio Gregorio Comonfort de los Ríos) fue asesinado por la tropa que comandaba el conservador Sebastián Aguirre, en las inmediaciones de Celaya, Guanajuato. El presidente Benito Juárez lo enviaba para que resguardara la capital de Santiago de Querétaro, tomada por los franceses. Comonfort también fue gobernador de Tamaulipas y de Jalisco. Secretario de Guerra y Marina con Juárez.
Otro que murió, aunque no en forma violenta, fue el general Nicolás Bravo Rueda. Lo envenenaron, el 22 de abril de 1854, con comida, en una fonda de su natal Chilpancingo. Lo acompañaba su esposa María Antonieta Guevara y Muñiz. El guerrerense era hombre de todas las confianzas de Antonio López de Santa Anna, quien lo “nombró” tres veces Presidente de México. Primero duró 8 días, la segunda 6 meses y 18 días, mientras que solo diez días en la tercera.
Vice preidente con don Benito Juárez y con Mariano Paredes y Arrillaga. Tres veces presidente del Supremo Poder Ejecutivo, antes de 1824. Fue gobernador de Puebla y del hoy Estado de México. Dirigía a los cadetes del H. Colegio Militar cuando el ataque, de los invasores norteamericanos, al Castillo de Chapultepec
P.D. No abro la agenda de efemérides, porque comentaré que tres figuras del medio artístico han dejado este mundo, víctimas del aterrador COVID 19. Primero fue el cantautor e icono de la canción de protesta Oscar Chávez…El miércoles 13 el triunfador e internacional Yoshio expiró luego de catorce días de luchar contra el virus. Roberto Cantoral hijo y Carlos Cuevas los primeros en lamentar la muerte de su amigo que en vida llevó el nombre de Gustavo Nakatani Ávila y durante 50 años en los escenarios aplaudieron a Yoshio, que en japonés significa “Hombre Noble”… Pilar Pellicer López, murió, el sábado 16, a los 83 años de edad. Inició su carrera cinematográfica en 1955 interpretando un protagónico en la cinta titulada “El Vendedor de Muñecas” y filmó en 2010 su última película, “De este Mundo”. En la televisión estuvo, en telenovelas, desde 1959 y concluyó en 2012 interviniendo en la serie “Como dice el Dicho”. Su última presentación en teatro fue en el 2015 con la obra “Bajo la Mirada de las Moscas”.
Agradezco la colaboración de mi amiga y colega Claudia Pérez Atamoros para la elaboración del comentario en torno a la bella tlaxcalteca.
jherrerav@live.com.mx