La apertura del periodo ordinario de sesiones en la Cámara de Diputados se convirtió en un campo de batalla político este 1 de septiembre, luego de que el líder nacional del PRI, Alejandro «Alito» Moreno Cárdenas, subiera a la tribuna y desatara una confrontación directa con el oficialismo. Su discurso, cargado de provocaciones, avivó los ánimos en el pleno y generó un fuerte intercambio de acusaciones, gritos e incluso agresiones.
Moreno Cárdenas, acompañado por diputados del PRI que portaban pancartas y megáfonos, encendió la mecha al declarar que el tricolor «no va a permitir que se instaure una narcodictadura terrorista comunista». Inmediatamente, legisladores de Morena y el Partido del Trabajo (PT) respondieron con gritos de «¡Desafuero, desafuero!» y consignas como «¡Alito, entiende, el pueblo no te quiere!».
Caos en la tribuna y el pleno
El enfrentamiento verbal escaló rápidamente. Mientras Moreno hablaba, una diputada del PT se colocó detrás de él con una cartulina para interrumpirlo, desatando una serie de interrupciones que no se calmaron a pesar de los llamados al orden de la mesa directiva. Los gritos de «¡Rata de dos patas!» y «¡Alito, tramposo, te vas al calabozo!» resonaron en el salón de sesiones.
Los priistas abandonaron momentáneamente el pleno para regresar con megáfonos, lo que subió el nivel del ruido y la confrontación. Moreno, en un acto de desafío, se subió a una curul con una pancarta que pedía «respeto a los derechos humanos».
El enfrentamiento escaló a una agresión física cuando un colaborador de Ricardo Monreal, coordinador de Morena, fue golpeado en la cabeza con un megáfono durante un forcejeo. La diputada priista Lorena Piñón ha sido señalada como la responsable del golpe.
Monreal y Noroña intentan calmar la situación
Ante el caos, Monreal intentó mediar, pidiendo a los legisladores «no aceptar la furia como alternativa de discurso». Por su parte, el senador Gerardo Fernández Noroña, que en días previos había denunciado a Moreno Cárdenas ante la Fiscalía por agresiones, insistió en su demanda.
A pesar de la tensión, la sesión finalmente pudo continuar con orden después de los altercados. El presidente de la sección instructora, Hugo Éric Flores, anunció que el proceso de desafuero contra Moreno podría iniciar en 15 días. Al salir del pleno, Moreno Cárdenas respondió a la acusación de Noroña, negando haber sido notificado por la Fiscalía y revirando que el legislador debería «aclarar lo de su casa en Tepoztlán».
El incidente en San Lázaro no solo subraya la polarización política del país, sino que también pone en evidencia la fragilidad del diálogo parlamentario en uno de los foros más importantes de la nación.
DIARIO DE MÉXICO