x – Roban, matan para subsistir, no hay retorno, esperan la muerte por el efecto o son ejecutados.

CIUDAD VICTORIA, Tam.- «El cristal» es una droga sintética, considerada una de las más mortíferas.
A pasos agigantados va posicionándose de los mercados consumidores entre ellos el victorense, mientras autoridades desgastan su tiempo en acciones menos importantes, ejerciendo una política social hueca, deshumanizada y sin rumbo.


Los efectos son mortíferos, los consumidores van rumbo a una cascada, halla, al final está la muerte, por sobredosis o ejecución a balazos o simplemente descuartizado.
Una vez fumado el cristal, ya no hay retorno.
En menos de 3 años ha logrado empoderarse en nuestra ciudad desplazando otras sustancias tóxicas, como la marihuana y la cocaína, sin que los cárteles y autoridades logren detener su avance, cobrando las innumerables víctimas por consumirla.
Tema espinoso, difícil de tratar por políticos y funcionarios por la enorme responsabilidad que conlleva combatirlo, evitar que se extienda o simplemente erradicarlo.
José Jorge Ontiveros, como Secretario de Seguridad Pública Estatal lo aceptó en rueda de prensa; el 96% de los delitos cometidos en nuestra capital son perpetuados por sujetos adictos al cristal.
Los programas sociales tanto estatales como federales para apartar a jóvenes de la delincuencia son un rotundo fracaso, son programas electoreros.
En los últimos meses se ha desatado una verdadera cacería humana contra quienes distribuyen la droga del futuro, comercializándola los independientes quienes se surten en Michoacán, Guadalajara y Monterrey.
Los consumidores son fácilmente atrapados por los efectos del Cristal, trastornándolos, convirtiéndolos en personas agresivas contra familiares e integrantes de la sociedad.
Su efecto es más duradero.
Su precio es más barato.
Para conseguirla, los viciosos roban, asaltan, incluso matan por paga.
Al menos dos mujeres han sido victimadas cruelmente por sus propios hijos adictos al Cristal, en esta ciudad.
CD. VICTORIA, LA EVOLUCIÓN
Hasta el 2010 se «mantenía» un control de la droga en Tamaulipas, Ciudad Victoria no era la excepción.
Las más de 50 pandillas existentes con sus respectivos líderes estaban bajo el control de las policías preventivas y estatales.
Se tenía un monitoreo constante de su aumento humano, los delitos perpetuados, incluso el tipo de drogas consumidas tales como solventes o marihuana, escasamente la cocaína.
Tras la guerra iniciada por el Calderonismo, los cárteles con la finalidad de reclutarlos como soldados se apoderaron de los pandilleros, en menor incidencia los muchachos de barrio.
Se formaron con una estructura de respeto al líder y hermandad para proteger sus zonas-hábitat (colonias y barrios).
«Los Pachecos», «Los Payasos», «Los Ballenatos», «Los Pollos Locos», «La Flota de las Adelitas», «Los Chavilocos», «Los Kris-Kros», «Los Renegados», «Los Cacos», entre muchas pandillas más.
Líderes dejaron huella delincuencial y sus apodos y nombres plasmados en páginas periodísticas.
«La Mugre», «El Chango», ‘La Distinguida», «El Elegante», «El Lágrimas», «El Gárgaras» (asesinó al preventivo Cosme), «La Piedra», y muchos muchos más que escapan a mi memoria.
Los «instructores» de los cárteles los reclutaron y llevaron a campos de entrenamiento en los montes de la Sierra Madre y los enseñaron a ejecutar a rivales, permitiéndoles el asalto, secuestro o violaciones.
Les pusieton toda la ciudad a su disposición y lo que ella generara, (dinero) . Ya no habitarán solo en algunas zonas marginadas e incluso muchos estudiantes se alejaron de las aulas «inscribiéndose» en alguno de los cárteles con presencia en Victoria.
Los gobiernos permitieron su expansión, llegando el momento de ser imposible combatirlos, hoy, cientos de esos muchachos y de nueva generación son los responsables de tanta violencia motivados por el consumo de Cristal.
Hoy roban, cobran cuota, incluso matan a sus semejantes para surtir más droga y seguir subsistiendo, hasta que llegue el momento de morir por sus efectos o por las balas de sus rivales.
puntorojo66@yahoo.com.mx