La muñeca más famosa del mundo sigue reinventándose y esta vez lo hace con una dosis de realidad (y de insulina). Mattel acaba de lanzar una nueva versión de Barbie con diabetes tipo 1, equipada con un monitor continuo de glucosa (MCG), una cinta médica rosa en el brazo —con forma de corazón, por supuesto— y un pequeño celular para controlar sus niveles de insulina.
“Presentar una muñeca Barbie con diabetes tipo 1 marca un paso importante en nuestro compromiso con la inclusión y la representación”, afirmó Krista Berger, vicepresidenta de Barbie y directora global del departamento de muñecas.
Este nuevo modelo no solo representa una enfermedad crónica con la que viven millones de personas, sino que también busca normalizarla, sobre todo entre niños y niñas que conviven diariamente con este diagnóstico. La diabetes tipo 1 es una condición autoinmune que suele aparecer en la infancia y requiere vigilancia constante del azúcar en sangre, además de múltiples aplicaciones de insulina al día.
Además, Mattel lanzó una muñeca inspirada en la modelo Lila Moss —hija de la supermodelo Kate Moss—, quien fue diagnosticada con esta enfermedad y se ha convertido en una activista visible para la causa.
Este lanzamiento es parte de la estrategia de la compañía para diversificar el universo Barbie, que por décadas se resumía en una mujer blanca, rubia, esbelta y sobre tacones. Hoy, la muñeca ha adoptado todo tipo de cuerpos, tonos de piel, discapacidades visibles y condiciones médicas, en un intento por ser tan diversa como las niñas y niños que juegan con ella.
Pero no todo es color de rosa en el mundo de Mattel. La compañía también anunció recientemente la suspensión de sus previsiones anuales debido al incremento de aranceles en Estados Unidos sobre productos importados, especialmente desde China, donde se fabrica una gran parte de sus juguetes.
Washington impuso tarifas de hasta 145% a los productos chinos, y Pekín respondió con aranceles del 125% a las importaciones estadounidenses. La empresa advirtió que, ante este entorno tan volátil, se ve obligada a congelar sus proyecciones de crecimiento para 2025.
La muñeca más emblemática del mundo se pone seria: entre glucómetros, guerras comerciales y representación real, Barbie demuestra que, aunque tenga tacones, no le teme a pisar terreno complicado.
DIARIO DE MÉXICO