-Eventuales deportaciones masivas colapsarían la frontera norte de México.
-Se esperan problemas de salud, robos domiciliarios y secuestro de migrantes.
-Con el “Jesús en la boca” quienes aplicaron al programa CBP ONE de Biden.
PALACIO desde H. Matamoros, Tam.-
A partir del próximo lunes, entidades y municipios ubicados en la frontera norte del país podría enfrentar serios problemas en materia de salud, secuestros y robos a casas-habitación y establecimientos comerciales derivados de eventual deportación masiva.
En efecto, de concretarse la política antiinmigrante de quien asumirá por segunda ocasión la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, DONALD TRUMP, gobernadores y alcaldes norteños tendrán que hacer frente a esa situación no contemplada en sus respectivos programas de trabajo.
Una vez que el republicano releve en la Casa Blanca al demócrata JOE BIDEN el temor e incertidumbre invadirá a 11 millones de personas indocumentadas de distintas nacionalidades que actualmente residen de manera ilegal en la Unión Americana.
Una estadística documentada revela que más de la mitad de indocumentados en territorio yanqui son de nacionalidad mexicana y el resto de países del centro y Sudamérica. Lo más lamentables es que gran cantidad de ciudadanos que carecen de un estatus legal tiene muchos años residiendo en esas condiciones en el país de las barras y las estrellas.
Otra gran incógnita envuelve a los migrantes que hicieron uso de la aplicación CBP ONE autorizada por el presidente JOE BIDEN para facilitar la entrada legal a extranjeros que demuestren un vínculo familiar o de amistad con ciudadanos que residen de manera legal en los Estados Unidos.
El nuevo escenario migratorio que aplicará el gobierno republicano encabezado por DONALD TRUMP mantiene con “el Jesús en la boca” a cientos de migrantes que desde hace 8 meses esperan la entrevista asociada a la petición de visa humanitaria o asilo político.
Asimismo, el temor y la incertidumbre mantiene preocupados a quienes fueron aprobados por el programa de BIDEN, pero que sus citas están programadas para realizarse después del próximo 20 de enero.
La deportación masiva anunciada por quien el lunes asumirá el mandato del país más poderoso del planeta provocará problemas de salud, robos, asaltos y, por supuesto, el secuestro de migrantes por parte del crimen organizado.
Por otra parte, si bien es cierto que los municipios fronterizos desde H. Matamoros, Tamaulipas a Tijuana, Baja California, están preparados para recibir las deportaciones ordinarias mensuales, también es una realidad que su capacidad de atención será rebasada si se aterriza la política antiinmigrante del próximo presidente en la tierra del tío Sam.
Sin embargo, dígase lo que se diga y a pesar de las bravuconadas del mandatario republicano, no será tarea fácil del nuevo gobierno yanqui cumplir la amenaza de la deportación masiva de once millones de indocumentados residentes en los Estados Unidos de Norteamérica.
Diversas actividades relacionadas con la rama de la construcción y cosecha en los campos agrícolas resentirían los efectos de las redadas antiinmigrantes que contempla la política del magnate neoyorquino que asumirá por segunda ocasión la presidencia de la Unión Americana.
Respecto a la postura del gobierno de México que preside la doctora CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, la mandataria azteca asegura que tiene un plan de protección para los connacionales. Sin embargo, a poco más de 72 horas del relevo presidencial en los Estados Unidos, no ha informado con detalle de la supuesta o real estrategia gubernamental.
En cambio, los gobernadores de las entidades fronterizas en el norte del país y organizaciones civiles se han dado a la tarea de habilitar albergues temporales para atender la oleada de indocumentados anunciada por el gobierno trumpista.
Se habla, incluso, de habilitar los estadios deportivos para recibir y resguardar a los connacionales deportados, pero se estima que la acción humanitaria se extenderá a ciudadanos de otros países.
Estará por verse cuál será el posicionamiento oficial del gobierno de la Cuarta Transformación respecto a las altas probabilidades de que el gobierno yanqui deporte a territorio mexicano a todos los indocumentados sin importar su nacionalidad.
Lo anterior, porque no esa del todo convincente la postura de la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM en el sentido de que solicitará al presidente DONALD TRUMP que “en la medida de lo posible” solo deporte a México a los ciudadanos de este país.
¿Cómo la ve?
DESDE EL BALCÓN:
I.-En H. Matamoros, Tamaulipas, a seis años de la demolición del estadio de futbol para dar paso a “moderno y renovado centro deportivo”, lo cual, por supuesto no ha sucedido, se prepara para ser convertido en albergue temporal para migrantes deportados.
Aunque, eso sí, los futuros moradores en ese inmueble municipal, además de carpas, tendrán a su disposición la pista de tartán.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx