Por: Jorge Herrera Valenzuela
R Á F A G A
De ninguna manera es irrespetuoso el título del comentario.
Se trata de dos hombres que dieron lustre al nombre de México. Ambos nacieron en la última década del Siglo XIX. Uno, tlalpeño, defeño, vivió 89 años. Otro, teziutleco, poblano, nos dejó a los 74.
Eran jovencitos cuando estalló el movimiento armado de 1910. Coincidieron en una fecha: 16 de noviembre. Uno murió en 1968 y el otro, nació en 1897.
Los dos estudiaron en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, Universidad Nacional de México; el poblano se tituló, fue académico, intelectual y político, mientras que el capitalino destacó como poeta y periodista, testigo de la invasión norteamericana de 1914 a México, como telegrafista en el Puerto de Veracruz. Comisionado, por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, estuvo adscrito a la misión diplomática mexicana en París, durante siete años.
Comentaré primero en torno a quien se considera, en nuestro país, como un hombre de extrema cultura, fundador de la Sociedad de Conferencias y Conciertos, conocida como el grupo de Los Siete Sabios, creador de la Universidad Obrera de México, primer secretario general de la Confederación de Trabajadores de México, presidente del Partido Popular (después PPSocialista) y candidato presidencial en 1952, compitiendo con Adolfo Ruiz Cortines, Miguel Henríquez Guzmán y Efraín González Luna, primer candidato del PAN. El maestro ocupó el cuarto lugar.
Los anteriores datos corresponden a la biografía del maestro Vicente Lombardo Toledano, compañero de escuela, en el Liceo Teziutleco, de sus paisanos, los hermanos Maximino y Manuel Ávila Camacho. Después llegó al añorado Barrio Universitario de San Ildefonso, a tres cuadras al norte del Zócalo, para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria y de ahí, en la misma cuadra, a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, siendo compañero de los ilustres Manuel Gómez Morín y Alfonso Caso; a Manuel junto con él –Vicente- se les conoció como Los Siete Sabios, los otros cinco fueron Alberto Vázquez del Mercado, Antonio Castro Leal, Antonio Caso, Teófilo Olea y Leyva y Jesús Moreno Baca.
LOMBARDO, GOBERNADOR.
La carrera política del maestro Lombardo Toledano comienza en forma fortuita, dedicado a sus actividades académicas es nombrado gobernador interino de Puebla del 10 de diciembre de 1923, dejando el cargo 3 meses y 10 días después. Los poblanos tuvieron entre 1920 y 1928… ¡18 gobernadores! Y, aunque usted no lo crea, el izquierdista rusófilo de don Vicente, es miembro del PNR, del PRM y del PRI, de 1929 a 1948.Para esa época, el teziutleco ya era un hombre respetado y respetable; Plutarco Elías Calles le procuraba buena amistad y era colaborador del presidente Lázaro Cárdenas.
El gusanito de la política se desarrolló sin distraer sus tareas como intelectual, dirigió la Escuela Nacional Preparatoria Nocturna, fundó la Universidad Obrera de México y ya como líder sindicalista, inclusive a nivel internacional, Lombardo Toledano organiza y preside el primer comité nacional de la Confederación de Trabajadores de México, la influyente CTM en los tiempos de Fidel Velázquez Sánchez.
Al dejar las filas del PRIismo, el recordado y polémico político poblano junta a los izquierdistas y proclaman la aparición del Partido Popular, del que se apoyaría para ser el candidato solferino, logró 72,486 votos contra dos millones 700 mil del triunfador, Ruiz Cortines En su curriculum también figura que fue tres veces diputado local en Puebla y dos federal. Finalmente su partido transformado en Partido Popular Socialista en 1988 se sumó al Frente Democrático Nacional que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y el PPS en 1994 abanderó la postulación de Marcela Lombardo Otero, fallecida a los 91 años en 2018, a la Presidencia de la República que fue para el PRIista Ernesto Zedillo.
EL GRAN RENATO LEDUC
Tuve la oportunidad de convivir y conbeber con el mal hablado, dicharachero y costal anecdotario, nacido en el rústico San Agustín de las Cuevas, cuando ya era el “lejano” pueblo de Tlalpan, en 1828 capital del Estado de México. A muy corta edad, Renato y su familia vivieron por el rumbo de La Villa de Guadalupe. Fue su primer cambio de Sur a Norte. Lo conocí personalmente cuando ya estaba consagrado como poeta y columnista del diarismo mexicano. El hombre se dio el lujo de rechazar la propuesta de matrimonio que le hizo la sonorense María Félix.
Desde luego sabrán que estoy comentando en torno al gran Renato Leduc, autor del poema “Tiempo” que compuso para responder al reto que le hicieron porque esa palabra, tiempo, no tiene rima; eran los años treinta y contaba que tardó, pero su inspiración lo llevó a un feliz término. Muchos años después Rubén Fuentes musicalizó el poema, interpretándolo Marcos Antonio Muñiz y José José, individual y a dúo. Al principio no le agradó eso a Renato.
Renato pasó siete años de su juventud en París, donde “se codeó” con lo más granado de la literatura universal. Becado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, quedó adscrito a la misión diplomática mexicana. Su estancia terminó en 1942. Antes de emprender el retorno a México, vivió en Nueva York con la pintora y escultora inglesa Leonora Carrington, con quien tuvo un matrimonio convencional, pues ella era perseguida políticamente. La historia de la pareja es digna de una novela. Leonora residió en la Ciudad de México hasta su muerte en mayo de 2011, a la edad de 94 años, nacionalizada mexicana.
NO QUIERO SER EL SEÑOR FÉLIX
El poeta, escritor, telegrafista y galán vivió un romance con la superguapa estrella del cine, María Félix, la sonorense, le propuso matrimonio. Le atribuyen tres frases a Renato, como contestación: “Cómo chingaos quieres que acepte convertirme en el Señor Félix”, “Estoy muy contento con ser el Señor Leduc, no quiero ser el Señor Félix” y “…no voy a ser tu padrote”. Pero, fue su padrino cuando primero casó con Agustín Lara y después con Jorge Negrete.
Antes de ser columnista crítico, satírico y mordaz, Renato fue telegrafista en el Puerto de Veracruz y como tal sirvió, en Chihuahua, al general Pancho Villa. Muy joven tuvo su primer enlace matrimonial y fue con Altagracia Gómez, procreando tres hijos: Renato, que ya murió; Alicia que hoy tiene 89 años y Héctor, avecindado en Monterrey.
En 1948 le dio el sí a doña Amalia Romero, a quien cariñosamente le decía “Mona” y tuvieron dos hijas, Patricia e Isela. Recuerdo que vivían en la Segunda Colonia del Periodista, al Sur de la Ciudad de México. A la señora y a Paty hace años que no las he vuelto a ver.
TERTULIAS DE MEDIO DÍA
Cuando fue estudiante de Leyes, entre sus compañeros de banca figuraron Miguel Alemán Valdés y Adolfo López Mateos. Llevó gran amistad con los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, colaboró, desde el primer número de la Revista Siempre, con don Pepe Pagés Llergo. Amigo de toreros, de políticos y con la gente de su gremio, el periodístico.
Una amiga muy querida, Rosalba Fernández de Córdoba, nos coordinaba las frecuentes comidas con Renato, a las que asistíamos: Antonio “El Charro” Sáenz de Miera, presidente de la Asociación Mexicana de Periodistas y luego del Club de Periodistas; los comentaristas de diarios y de televisión Pedro Ocampo Ramírez y Guillermo Jordán, así como este que comenta. Otros anfitriones de ese grupo, al que se sumaron el gran Vicente Colunga, Arturo Ortiz Marbán y José Solís Robledo, fueron el profesor y licenciado Miguel Osorio Marbán y su esposa, Laurita Guillermina Ayllón. Por supuesto nos acompaña Rosalba.
Renato no dejaba títere con cabeza, en sus comentarios de columnista, con frases breves golpeaba contundentemente. Se leía mucho “Banqueta”, columna que se publicaba en la primera plana de Ultimas Noticias, de Excélsior. Otras de sus columnas: Tics, Semana Inglesa, En Cinco Minutos, publicadas en Esto, Ovaciones y semanalmente en Siempre!
Para terminar. Renato nunca puso su apellido materno, López. Su papá, queretano de origen, destacó como periodista, escritor, historiador y traductor, Alberto Leduc, de ascendencia francesa. Su mamá, Amalia López. Alberto dejó una amplia obra literaria y murió cuando Renato tenía 7 años de edad.
Agradezco la colaboración de mi hermanita Alma Rosa para redondear los datos biográficos del personaje comentado.
jherrerav@live.com.mx