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Las entradas para el Super Bowl LIX, que disputarán de aquí a 10 días los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles, se cotizan entre los 4,300 dólares las más baratas y más de 40 mil dólares las más caras.

Chiefs y Eagles se verán las caras 2 años después, esta vez en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, con capacidad para más de 75 mil espectadores y el hogar habitual de los New Orleans Saints.

A 10 días del partido del 9 de febrero, el portal Ticketmaster tiene su entrada más barata a la venta por 4,300 dólares, una cantidad que sube a unos 5,450 dólares una vez sumadas las comisiones e impuestos.

Se trata de una entrada en la fila 41 de la sección 617 del estadio, lo que podría considerarse el gallinero del Caesars Superdome.

Por su lado, el portal Stubhub tiene a la venta las más caras, que se pueden adquirir por 43,312 dólares cada una.

Son unos asientos en la fila 2 de la sección 142, prácticamente a pie de campo detrás del banquillo de los Eagles. También dan acceso a las zonas VIP.

Aunque pueden parecer precios altos, son algo más baratos a los que figuraban a inicios de semana, después de definirse la Final entre los Chiefs y los Eagles, cuando ascendían hasta los 56 mil dólares.

El precio medio, según este mismo portal, gira alrededor de los 8,076 dólares, algo más barato que el año pasado en el Super Bowl LVIII en Las Vegas entre los Chiefs y los San Francisco 49ers, cuando en promedio costaban más de 9 mil dólares por entrada a 10 días del partido.

Estos precios del mercado secundario se regulan a través de la oferta y la demanda, por lo que sus oscilaciones son normales a medida que se acerca la fecha del evento.

Demanda masiva

Más allá del precio, un portavoz de StubHub, Adam Budelli, dijo en declaraciones recogidas por CBS Sports que el ritmo de venta de entradas dobla el del Super Bowl de hace 2 años entre los Chiefs y los Eagles.

“Esperamos una demanda masiva para este partido”, dijo Budelli.

Datos de la compañía indican que el mayor mercado de compra de entradas hasta la fecha es Pensilvania, hogar de los Eagles de Philadelphia, con cerca de un 12% de las operaciones.

Como muchas otros servicios y productos, las entradas del Super Bowl se han disparado en los últimos tiempos.

En el primer Super Bowl en 1967 costaron de promedio 12 dólares -más de 100 dólares con el ajusto inflacionario-.

En 1984 alcanzaron los 60 dólares -unos 175 a día de hoy- y en 2003 superarían los 400 dólares -unos 675 dólares hoy con la inflación-.

En el Super Bowl XLIII, que los Pittsburg Steelers ganaron 27-23 a los Arizona Cardinals en 2009, se superaron por primera vez los mil dólares de media por entrada, que a día de hoy serían unos 1,450 dólares.

La curva de precios terminó por dispararse en la última década y media, con el récord del año pasado de entradas rozando los 10 mil dólares.

Eagles y Chiefs disputarán una Final histórica, en la que Kansas City aspira a conquistar su tercer Lombardi consecutivo, algo que nunca nadie ha conseguido.

Los Eagles por su parte buscan venganza por la Final perdida 38-35 hace 2 años, arrebatando a Patrick Mahomes y Travis Kelce ese lugar en la historia.

Autor
EFE