La ministra británica del Interior, Yvette Cooper, aseguró que Reino Unido endurecerá la ley para los casos de abuso y explotación sexual infantil, después de las críticas recibidas en las últimas semanas por rechazar abrir una investigación a nivel nacional en esta materia.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes (baja), la titular de Interior dijo que el Gobierno británico convertirá en delito, con sanciones “profesionales y criminales” el no informar o encubrir cualquier caso de abuso sexual infantil.
Además, Cooper indicó que también legislarán para convertir la captación de menores en un agravante en los delitos de abuso sexual infantil e introducirán una base de datos única sobre abuso de menores bajo “un marco de actuación policial mucho más fuerte”.
“Todos tenemos una responsabilidad de proteger a nuestros niños. Los perpetradores deben ser castigados y perseguidos y las víctimas y los supervivientes deben ser protegidos y apoyados”, añadió Cooper.
La política laborista también anunció la creación de un nuevo panel de víctimas y supervivientes para trabajar de forma conjunta con el Gobierno en el diseño de propuestas y planes que abarquen más allá de la investigación independiente sobre el abuso sexual infantil (IICSA) publicada en 2022, cuyas recomendaciones no se han implementado hasta la fecha.
Las detenciones efectuadas por el área de la Policía dedicada a la explotación sexual infantil aumentaron en Reino Unido un 25 por ciento entre julio y septiembre de 2024, según la política laborista, que reveló que en las próximas semanas lanzarán “un importante paquete de medidas” dirigidas a acabar con el abuso infantil en internet, incluidas las imágenes de menores generadas digitalmente.
El portavoz conservador de Interior, Chris Philp, comentó que “defender a las víctimas de las violaciones masivas no es ser de ultraderecha” y pidió a Cooper que hiciese públicos los datos sobre la etnicidad de los perpetradores.
Con información de EFE