Por : Socrates Campos Lemus
En este pueblo me encontré dos minas: una de metales y otra de pentontos” líder minero de Zacatecas.
Y los políticos de los anteriores gobiernos se llevaron el oro, la plata, el cobre, el acero y demás metales; los industriales, el petróleo, el gas y hasta las pinturas, muebles, bajilla, cubiertos y muebles de Los Pinos…y eso que no eran medallistas, pero salieron rateritos o carteristas contra el pueblo.
Y ya hemos comentado la tragedia de la minería y del saqueo que se sostiene en el país, donde se ha saqueado más oro y plata en pocos años que los que se llevaron los españoles, ingleses y norteamericanos durante muchos años, incluyendo los de la Conquista.
Ahora, la minería no ayuda para nada al desarrollo de las comunidades ni al país ya que los índices de pobreza en los centros mineros alcanza, en todos, un promedio del 88% de la población y donde están enclavadas las minas el 30 % de la gente no cuenta con servicios básicos en la vivienda; el 25% tiene rezago en educación y solamente una de cada tres personas tienen el ingreso para contar con la canasta básica de alimentos.
El 90% de la plata se saquea de Zacatecas, Chihuahua, Sonora, Oaxaca y Durango y este saqueo aumentó el sexenio pasado con concesiones de más de 77%. Sí, el robo de los minerales a los poblados del país es enorme y no les deja ningún beneficio, y en cambio, contamina mantos friáticos y enferma a la población.
Lo mismo sucede con el saqueo del Oro y lo grave es que el gobierno de la 4T también deja el asunto sin parar el saqueo, alegando que es una empresa que deja, cuando menos, empleo, pero sin ningún beneficio a los pobladores, así que a lo mejor están haciendo lo mismo que en años pasados, las transas y los acuerdos en lo oscurito con los explotadores mineros y con sus dirigentes, mientras, los pobladores son explotados, robados, engañados y destruido por la pobreza y marginación.
Hace años escribí, estando en Zacatecas, un librito de cuentos que se titula: “Los hombrecitos de la tierra colorada” y ahí escribía la historia del “ratón”, un líder minero protegido por el gobernador y los políticos ya que mantenía a raya a los mineros y no les dejaba manifestarse libremente para exigir, cuando menos, los salarios que en otras partes se pagaban. Eso sí, el famoso “Ratón”, cada año, cambiaba carro y ese año llegó muy presumido a una de las viejas minas y dejó su flamante Ford cerca de la entrada a un socavón y los mineros encabronados, lo que hicieron fue cargar el vehículo y arrojarlo por el túnel, y cuando salía el líder todos sabían que no encontraría su vehículo como el también desaparecía los dineros del sindicato a su favor, así que cuando preguntó, le dijeron que el carro se había escondido en un socavón y estaba muy difícil de rescatarlo, así que llegó a quejarse con el gobernador que todos sabían no se mandaba solo, sino que la mujer era la que atendía las cosas difíciles y escribí un cuento: “En este Estado, mando, cuando mi esposa no está” y así fuimos conociendo esos vericuetos de la minería y de la forma en que desde hace muchos años sigue el saqueo que solamente perjudica al país.
Y si vamos a la CDMX ahora, podrían recorrer la Central de Abastos que, curiosamente, está siendo remodelada sin que los bodegueros ni los que trabajan ahí sepan cómo y cuándo estarán los trabajos terminados porque nadie les informa y lo que sí están haciendo es que pierdan diariamente sus productos y sus utilidades cientos de bodegueros por lo que ya sospechan que el gobierno local lo que quiere es que muchos quiebren y rematen sus bodegas para que quienes las compren “se arreglen” con los nuevos funcionarios mediante fuertes “mordidas” lo cual ha generado gran irritación por lo que piensan plantarse en las oficinas de la Jefa de Gobierno para exigirle el respeto a sus fuentes de empleo y que dejen el tortuguismo en los “trabajos de remodelación” porque es una perversa maniobra urdida para arruinarlos y favorecer a quienes “se arreglen” con los nuevos que “ya tienen apalabrados”.
Con esto, en la Central de Abasto en vez de combatirse la corrupción se fomenta. Puede compararse con el Caso de las Patrullas de la Policía que se han convertido en un enorme negocio para los empresarios que las rentan seguramente repartiendo parte de las pingües utilidades a los funcionarios que permiten esas transas y, la Jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum no dice nada. Aclaro que no la acusamos de corrupta, porque no lo comprobamos, pero cuando menos se hace como la que no sabe y deja que “sus cuadernos” y compinches realicen los jugosos negocios con el cuento de que ya vienen los tiempos de campaña, donde ella, dicen sus empleados, es la mejor candidata para suceder a AMLO y, como van las cosas, pues todo parece indicar que así se están enfocando, porque nadie hace caso a las denuncias, y ahora en la Central de Abastos pues se fragua esa nueva acción para eliminar a muchos bodegueros y traer a los suyos, que les dejan los recursos y los dineros para las campañas políticas.
En esto debe poner atención AMLO, porque de un día para el otro los escándalos salen a relucir y se muestra que muchas de las acciones solamente son “buenas intenciones que van empedrando el camino a los Infiernos” y así las cosas, por más que diga el Presidente de que se avanza en la lucha contra la corrupción, es claro que muchos políticos de la vieja guardia incrustados en la 4T siguen con los viejos vicios, demostrando que no hay mono viejo que aprenda maromas nuevas, y es por ellos que generan disgusto y malestar en la Central de Abastos más importante del país y se deja que los grupos delictivos actúen libremente en la Central y aterroricen a los bodegueros que reclaman el mal proceder de los actuales administradores…
Así que hay que investigar para no cajetearla, como dicen por ahí…En verdad creemos que la Jefa de Gobierno es una mujer decente y emprendedora que confía en el proyecto de AMLO y por tanto debe investigar y corregir lo que viene fraguándose en la Central por el bien de ella y del proyecto del cambio que promueve el Presidente.