-En 199 años gobernaron los hombres.
-Un coahuilense fue el primero y repitió.
-El gobernador más joven de la historia.
Ráfaga
(Siempre recordaré a los colegas Ricardo Rocha Reynaga y Arturo González Pérez. Orgullos de nuestro difamado gremio).
El extenso territorio que el Siglo XIX ocupaba el Estado de México, fue geográficamente seccionado varias ocasiones para crear Guerrero, Morelos y la Ciudad de México.
En los tiempos modernos su crecimiento demográfico, principalmente en el Valle de México, al Oriente de la entidad, tiene un Padrón de más 12 millones de electores, mujeres y hombres, lo que hace ser la Corona Electoral. Aunque el abstencionismo, el pasado domingo 4, volvió a imponerse.
Su historia como entidad federativa data del 2 de marzo de 1824. Es uno de los 19 Estados fundadores de la República Mexicana. El Distrito Federal fue declarado sede de los Tres Poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) y asentamiento de la Capital.
Al acudir a los archivos, encontré que el inicio del gobierno del Estado de México fue inestable. En los primeros once años, 8 mexicanos asumieron la gubernatura. Ninguno de ellos era originario de la entidad y hubo “extranjeros” que desempeñaron el cargo.
Como es natural durante medio siglo nuestro País, no tuvo estabilidad política y la lucha entre liberales y conservadores se reflejaba en el estancamiento generalizado. Sin embargo la entidad, adquirió fama por su gastronomía, en particular la producción de chorizo, originando que a los nativos les llamaran “tolucos” y “choriceros”.
Surgieron personajes en todos los campos. Destacados políticos, músicos de relieve internacional, deportistas de renombre, intelectuales, escritores. En Sultepec, el zacatecano José María Cos y Pérez publicó, en 1812, El Ilustrador Nacional y El Ilustrador Americano. Contó con la colaboración de Ignacio López Rayón.
El Estado que lleva el nombre con que es conocido internacionalmente nuestro Pais, mantuvo una hegemonía política y administrativa de avances casi dos siglos. No hubo marginación de la mujer en las actividades diversas. Precursora, la joven poeta y escritora de San Miguel Nepantla, Sor Juana Inés de la Cruz, La Décima Musa.
Al iniciarse el ejercicio de la mujer con sus derechos ciudadanos, una de las seis primeras diputadas federales, en 1955, fue la ilustre abogada, política, académica y notaria pública Remedios Albertina Ezeta Uribe (de cariño, Mellitos). Recuerdo a una de las primeras presidentas municipales, la abogada y notaria María Pineda Pineda, en el gobierno del profesor Carlos Hank González. Mary fue alcaldesa en San Martín de las Pirámides.
La mañana del viernes 15 de septiembre termina la era de 199 años en que el gobierno estuvo bajo la responsabilidad, en la ahora conocida tierra mexiquense, de los hombres, civiles y militares. Hubo de todos los colores, de ideologías diferentes y desde 1929, gobernaron los militantes del PNR, del PRM y del PRI. Se les llamó “gobiernos emanados de la Revolución”.
OCHO GOBERNADORES, FUNDADORES
El primero fue el general Melchor Múzquiz (originario de Santa Rosa de Lima, hoy Ciudad Múzquiz, Coahuila) y repitió dos veces. Lorenzo de Zavala también, en ese lapso de 1824 a 1835,, tres veces fue gobernador. Les comento que el coahuilense se llamó José Ventura Melchor Ciriaco de Ecay-Múzquiz y Arrieta, mientras que el yucateco quedó bautizado como Manuel Lorenzo Justiniano Zavala y Sáenz.
Entre los seis restantes gobernadores figuró el queretano Manuel Gómez Pedraza y Rodríguez. Él y Múzquiz llegaron a Presidentes de México.
Complementan la lista: Omar Polanco Cázares, Mariano Esteva y Ulibarri; el conservador Manuel Díez de Bonilla que sirvió al imperio de Maximiliano; Joaquín Lebrija y Félix María Aburto.
TRECE SEXENIOS, TRES INTERINATOS
Hay circunstancias y detalles que se registran en la historia, marcando una huella para siempre. Con el candidato, en 1945, don Alfredo González Vélez, entra en vigencia la reforma constitucional local, los gobiernos dejaron de ser de cuatro años. Comienzan los sexenales que abandera el Partido Revolucionario Institucional.
(Al año siguiente fue postulado el veracruzano Miguel Alemán Valdés, primer candidato presidencial civil del PRI, que sustituyó al PRM (Parido de la Revolución Mexicana). Terminó la era de los generales, diez de ellos, gobernaron a México en el Siglo XX. El último fue el poblano Manuel Ávila Camacho).
Retomo el comentario. De los 16 políticos que llegaron al Palacio de Gobierno, en la Plaza de los Constituyentes y frente a la legendaria Catedral, solo tres de ellos no recibieron el voto popular, les tocó terminar los sexenios de dos que recibieron otra encomienda y uno que solicitó su voluntaria separación.
Era secretario de Finanzas en el gobierno del segundo Del Mazo gobernador (Alfredo del Mazo González) cuando el Congreso designó al defeño Alfredo Baranda García como gobernador sustituto. Del Mazo recibió el nombramiento de Secretario de Energía, con el presidente Miguel de la Madrid, quien dijo del mexiquense “el hermano que no tuve”. Fue precandidato presidencial en 1988.
El respetado y bien recordado maestro Mario Ramón Beteta Monsalve, otro defeño, gobernó en el Estado de México durante dos años. En septiembre de 1989 solicitó licencia para ir a dirigir el Multibanco Comercial Mexicano. Los cuatro años siguientes quedaron bajo la responsabilidad de un político, diplomático y académico, nacido en Toluca, Ignacio Pichardo Pagaza. Estaba “en la banca” desde septiembre de 1988, tras cumplir su encargo como Secretario de la Contraloría General de la Federación.
César Camacho Quiroz fungía como segundo de a bordo del gobernador Emilio Chuayffet Chemor, su amigo y maestro, al ser nombrado para ascender de secretario general de Gobierno a titular. Emilio, un político de carrera completa y reconocido jurista, pasó a Secretario de Gobernación en el gabinete de Ernesto Zedillo.
EL MITO MÁS RECURRENTE
Abro un paréntesis. Don Alfredo fue el segundo gobernador nacido en Atlacomulco. El jurista e internacionalista y que no gustaba participar en la política, Isidro Fabela Alfaro antecedió a don Alfredo en el Palacio de Gobierno.
Los gobernadores ingeniero Salvador Sánchez Colín y los abogados nada bien recordados por el pueblo mexiquense, Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto, también oriundos de Atlacomulco.
El mito del “Grupo Atlacomulco”, es eso, un mito. Me dijeron que en sus días de marginación política, el profesor Carlos Hank González habló de ese grupo, sin que existiera en la realidad, lo hizo para volver a las primeras planas de los diarios impresos.
En Toluca, la capital choricera y sede de Los Diablos Rojos del fútbol profesional, nacieron los mandatarios locales: Juan Fernández Albarrán, Alfredo Hilario Isidro del Mazo González, Ignacio Pichardo Pagaza y Alfredo del Mazo Maza. En los registros oficiales, del PRI, aparecen como defeños: Jorge Jiménez Cantú, Alfredo Baranda, Mario Ramón Beteta Monsalve y Emilio Chuayffet Chemor.
El de la eterna polémica, aún después de su fallecimiento, el profesor Carlos Hank González llegó a este mundo en el municipio de Santiago Tianguistenco, en tanto que César Octavio Camacho Quiroz es de San Miguel Totocuitlapilco, Metepec. Y el hoy senador Eruviel Ávila Villegas, registrado y bautizado en Ecatepec.
GOBERNADOR A LOS 20 AÑOS
El afamado médico cirujano, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, zapatista por accidente, patrono del Hospital de Jesús (ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México), legislador federal, Gustavo Baz Prada, a los 20 años de edad fue nombrado Gobernador Provisional del Estado de México, después de que la tropa del General Emiliano Zapata Salazar tomó la Plaza de Toluca.
No se sabe que otro joven haya sido gobernador estatal.
Desde sus días de estudiante Gustavo Baz Prada incursionó en la política y hasta se hizo combatiente revolucionario, alcanzando el grado de General Brigadier en las filas del zapatismo. Renuncia al grado militar para retornar a la escuela y en 1920 presentó su examen profesional, felicitado por sus sinodales.
Breve recorrido, al morir don Emilio Baz, la señora Sara Prada y sus cinco hijos se van de Tlalnepantla a Guadalupe, Zacatecas.
Gustavo estudia en Zacatecas la primaria, después viven en Guadalajara y el jovencito Baz acude a la Escuela Normal y retornan a Toluca, donde termina la Preparatoria y en la Ciudad de México es alumno de la Escuela Nacional de Medicina y en la Médico Militar. En las dos llega a ser el director.
Como estudiante de Medicina es enviado a los campos de batalla para atender a los heridos y así se da su liga con las huestes del General Emiliano Zapata. Conoció a Luis Cabrera Lobato y a Alfredo Robles Domínguez, con ambos mantiene estrecha amistad.
Comenté antes que Zapata, posesionado de Toluca, decide que el joven estudiante sea Gobernador Interino, cargo que desempeñó sin problemas del 15 de diciembre de 1914 al 14 de octubre de 1915.
Años más adelante incursiona en la política y con el General Ávila Camacho, es titular de la secretaria de Salubridad y Asistencia.
Es rector de la UNAM, después de ser el director de la Escuela de Medicina. En 1957 es electo gobernador de su Estado natal.
El doctor Baz recibió la Medalla Belisario Domínguez y el grado de Doctor Honoris Causa en la UNAM. Murió el 12 de octubre de 1987. Su última voluntad: que sus cenizas fueron esparcidas en la Laguna del Sol, en el Nevado de Toluca.
ALFREDO III ENTREGÓ LA PLAZA
Un atlacomulquense abrió nuevos horizontes a los habitantes del Estado de México y su nieto, Alfredo III, le dio la puntilla a los sexenios PRIistas.
Entre ambos, el hijo de don Alfredo y el padre del número tres de la dinastía, otro originario del mismo municipio dejó todo encaminado para entregar la “corona real”.
Efectivamente así ha sido el cierre de una historia política, ahí donde también gobernaron, quienes ocuparon la silla presidencial en el Siglo XIX Valentín Canalizo, Mariano Paredes y Arrillaga, Nicolás Bravo, además de los Generales Múzquiz y Gómez Pedraza.
A sus 48 años de edad, Alfredo del Mazo Maza, forma parte de los gobernadores del Revolucionario Institucional que no hicieron buena labor política, ni administrativa y en la campaña de la sucesión dejó todo al “a’i se va”.
Este Alfredo III sin duda tendrá pronto una recompensa por abrir el paso a los rivales en política.
Junto con él hay dos responsables más de la derrota que acaban de sufrir los PRIistas. Enrique Peña Nieto, corrupto por los cuatro lados y que duerme muy tranquilo en una majestuosa residencia en España y el dizque presidente nacional del tricolor, cuyo nombre no cito porque mancha el espacio.
En el ambiente político se rumora que Peña Nieto pactó con el hombre que vive en Palacio Nacional, en no atacarse mutuamente.
El repudiado campechano acata órdenes del mismo personaje, el tabasqueño, simulando ser un político de oposición y es manejado como títere.
La derrota del partido político invencible hasta 1997 y que años atrás regaló Baja California y Guanajuato al PAN, está consumada.
No adelanto juicio de lo que vendrá, por no ser mi estilo ni costumbre como comentarista periodístico.
jherrerav@live.com.mx