R Á F A G A
(Científicos, técnicos y literatos, orgullo de México).
Si hay un mexicano, que por su entrega como investigador, académico, historiador y verdadero patriota, merezca ser galardonado con el Premio Princesa de Asturias 2022, lo es el arqueólogo coordinador del descubrimiento, hace 44 años, del Templo Mayor de Tenochtitlán.
El maestro Eduardo Matos Moctezuma, originario del Distrito Federal, con maestría en Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México, el próximo octubre estará en Oviedo, España, para recibir el alto reconocimiento como en 1994 correspondieron los honores al escritor Carlos Fuentes. Otros 10 hombres, así como la periodista Alma Estela Guillermoprieto, también fueron distinguidos con el premio.
En diferentes años el otorgamiento fue para nuestra Máxima Casa de Estudios, la UNAM, el Colegio de México, el Fondo de Cultura Económica y en el 2020 lo dieron a los directivos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Jalisco.
Desde 1981, al iniciarse la entrega del referido premio, nuestros científicos, técnicos, investigadores y académicos, han puesto en la cúspide de la cultura el nombre de México. En 1989 México compartió el premio con los países que formaron el Grupo Contadora.
Por ahora todo lo relacionado con la cultura en México parece estar vetado y a las nuevas generaciones que se preparan para brillar en las actividades científicas y culturales, el gobierno del tabasqueño las combate bajo el argumento de que son neoliberalistas, derechistas, conservadores aspiracionistas, difama a la UNAM y destruye el prestigio internacional del Centro de Investigación y Docencia, CIDE.
El Presidente de México demanda que los investigadores y académicos, acusados ante la Fiscalía General de la República, sean llevados a una prisión de alta seguridad. En tanto a los integrantes de las bandas criminales, “se les protege, porque también son seres humanos”, reiteradamente dice el Presidente de México.
DOBLE CANDIDATURA DE MATOS
El Rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, en un escrito dirigido a la Fundación Premio Princesa de Asturias, propuso la candidatura de Eduardo Matos Moctezuma, destacado catedrático universitario, para el premio en el apartado de Ciencias Sociales, detallando logros alcanzados, puntualizando la trayectoria de años dedicados a la investigación y las valiosas aportaciones académicas.
El doctor Graue escribió: “El doctor Matos es un ferviente promotor del mundo prehispánico, interesado en que este conocimiento se difunda ampliamente e incluso llegue a grupos vulnerables de la población, puesto que ha realizado una amplia labor de difusión y vinculación e instaurado diversos programas precursores en los museos modernos”
También supe que Adolfo Castañón Morán, de la Academia Mexicana de la Lengua, a la que pertenece el doctor Matos, presentó la propuesta para que el antropólogo, arqueólogo, historiador, conferencista, director de seminarios y escritor, fuese considerado como un ameritado candidato al Premio Princesa de Asturias 2022, en el capítulo Ciencias Sociales.
UN PRESIDENTE Y UNA PERIODISTA
En dieciséis ocasiones los diferentes jurados han otorgado el premio a personajes e instituciones de México. Desde la instauración de los galardones, en 1981, nuestro país estuvo en la lista de los elegidos y precisamente en ese año le correspondieron los honores al Presidente de México, José López Portillo y Pacheco, en el campo de la Internacional.
La única mujer mexicana que ha asistido al Hotel Campoamor, de Oviedo, España, para recibir un diploma, una escultura, de Joan Miró, una insignia con el escudo de la Fundación y los nada despreciables 50,000 euros, es la periodista Alma Estela Guillermoprieto, en el no lejano 2018.
En el capítulo de Comunicación y Humanidades los premios fueron para el Fondo de Cultura Económica, en 1989; la UNAM, en 2009; como está asentado en el tercer párrafo, la FIL de Guadalajara lo ganó hace 2 años. En el primer año del actual siglo, en la rama de Ciencias Sociales lo recibieron los directivos del Colegio de México.
Seis destacados científicos y técnicos fueron designados como acreedores al Premio Princesa de Asturias en Investigación Científica y Técnica: Emilio Rosenblueth Deutsch, Pablo Rudenmin Zevnasty, Marcos Moshinsky Borodinsky, Francisco Gonzalo Bolívar Zapata, Ricardo Miledi y Dau y Arturo Álvarez-Buylla Roces.
Comenté antes que Carlos Fuentes Macías, en 1994, recibió el premio en la sección de Letras y en 1983 en el mismo rubro la distinción fue para el novelista jalisciense Juan Rulfo, autor de las novelas El Llano en Llamas y Pedro Páramo. Dicho autor, nacido en Apulco, municipio Tuxcacuesco, Jalisco, fue bautizado con los nombres de Juan Nepomuceno Carlos y apellidos Pérez Rulfo Vizcaíno. Estuvo casado con Clara Angelina Aparicio Reyes y procrearon una hija y tres hijos.
El historiador, diplomático y escritor Silvio Zavala (Silvio Arturo Zavala Vallado) obtuvo el premio en Ciencias Sociales, hace 29 años. Y en la misma sección el próximo octubre en el Hotel Campoamor lo recibirá el maestro Eduardo Matos Moctezuma.
Recientemente en un evento académico, el historiador y maestro Oscar González Azuela, en una de sus intervenciones comentó un momento anecdótico del maestro Matos, al decir “de las entrañas de la tierra del Centro de la Ciudad de México, emergió la Coyolxauhqui, al mismo tiempo que de las entrañas de María Eugenia del Valle Prieto surgió el alma de su primera hija”. La feliz madre estuvo casada, por muchos años, con el hoy homenajeado antropólogo.
La Coyolxauhqui, figura mítica de los mexicas, al ser descubierta por unos trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, originalmente se le consideró como Diosa de la Luna. Estudios posteriores no la consideraron así, porque “se ha presupuestado que representa a otro tipo de cuerpo celeste, dado que no representa ningún signo o grifo lunar”.
jherrerav@live.com.mx