R Á F A G A
(Los feminicidios no son un problema para el gobierno).
Con una historiadora en casa, los dirigentes del partido en el poder deberían de consultarla antes de embarcar al Presidente de México en aventuras que perjudican al país.
Es bueno repasar las páginas de las reseñas presidenciales del Siglo XIX, cuando la administración pública no tenía ni cabeza ni pies, hasta el arribo de Benito Juárez.
La dictadura impuesta por Porfirio Díaz culminó, en 1910, con el estallido armado en la capital de Puebla y se extendió rápidamente por la República. Zapatistas, Villistas, Carrancistas y Obregonistas se enfrascaron en una lucha fratricida, conocida históricamente como Revolución Mexicana.
En tres años (1911/1914) tuvimos seis presidentes, uno de ellos, apoyado por Estados Unidos de América, usurpó el poder, el general Victoriano Huerta que se convirtió en criminal y dictador.
En su corto período presidencial ordenó el asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, presidente y vicepresidente constitucionales. Más tarde puso en prisión a un buen número de diputados. El senador chiapaneco Belisario Domínguez Palencia y el diputado carmelita-campechano Serapio Rendón Alcocer, fueron asesinados por órdenes directas del nacido en Colotlán, Jalisco.
Al médico originario de Comitán, Chiapas, lo martirizaron antes de matarlo y arrojaron su cuerpo a una tumba en el Panteón Xoco (Al Sur de la Capital Mexicana). Familiares, amigos legisladores, realizaron la penosa búsqueda de los restos. Ocho días después descubrieron el cadáver.
El campechano salía de cenar con unos amigos en una residencia, ubicada frente a donde estuvo la Glorieta de Cristóbal Colón, en Paseo de la Reforma. Caminaba, rumbo a su domicilio, al ser detenido por militares que viajaban en un auto particular. “Ya no vas a decir más discursos”, le dijo el que jefaturaba al grupo.
El abogado, escritor, orador y político maderista quedó en la capilla de los condenados por Huerta, después de pronunciar un discurso en defensa de los miembros de la Casa del Obrero Mundial. Lo llevaron a una prisión en Tlalnepantla y fue encerrado en una celda. Al estar escribiendo una carta a sus familiares, un militar le disparó dos tiros en la nuca. Abandonaron el cuerpo, en la calle.
La síntesis anterior dio margen a comentar que al presidente nacional de Morena, lo empezó a perseguirlo el espíritu, el fantasma o el alma en pena del jalisciense Victoriano Huerta, a quien no le gustó que senadores y diputados federales estuvieran en su contra. El poder y el alcohol obnubilaron a quien siendo jovencito recibió el apoyo del presidente Benito Juárez para ingresar al H. Colegio Militar.
GOLPE DE ESTADO AL LEGISLATIVO
Frente a la realidad que está viviendo el inquilino de Palacio Nacional, por cierto no paga renta, por ser el primer Presidente de México al que no le aprueban su más trascendental reforma constitucional, la joya de la corona en su cuarta transformación, quiere asestar un golpe seco, políticamente, al Poder Legislativo y tiene en marcha la guerra que encabezan el presidente de Morena y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
En todas sus apariciones, frente a los representantes de medios de información y en su programa televisivo “La Mañanera”, el tabasqueño califica a los legisladores, que no le dieron su voto el domingo 17 de abril de 2022, de “traidores a la Patria”. Gusta repetir que la sanción penal es de 5 a 40 años de prisión y multa de 50,000 pesos, a quienes se compruebe que cometen ese delito. De su mente salió una ocurrencia más, que no sea él, como Presidente de México, sino su partido político el que denuncie a los 223 diputados federales “que están con las empresas extranjeras, que traicionan al pueblo, que agreden a la soberanía”.
A nadie extraña que el colimense que preside, desde noviembre de 2020 el comité ejecutivo nacional de Morena, pretenda formular una denuncia penal contra 223 diputados (PRI, PAN, PRD Y PVEM), ignorando el texto del Artículo 61 constitucional, primer párrafo:
“Los senadores y los diputados son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño en sus cargos y jamás serán reconvenidos por ellas”.
Recuerdo el dicho popular, la voz del pueblo, “más claro, ¡ni el agua!”. El presunto acusador no leyó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos cuando fue senador ni en el corto período de diputado federal. En la democracia los fundamentales principios son: la libertad de pensamiento, la libertad de opinar y los legisladores, en su caso, libertad de para votar. Sin embargo, desde hace 10 días es la campaña morenista. Se anunció que el mes entrante, ya sin consulta popular, harán la denuncia.
MÁS DESESPERACIÓN EN PALACIO
En tres años y cinco meses, del sexenio, los graves problemas nacionales no tienen visos de solución. Las muchas reformas constitucionales no arrojan los resultados deseados. La violencia sigue vigente, los feminicidios se multiplican, los narcos imponen su ley en torno a productores agropecuarios y comerciantes. El tabasqueño sigue con su gobierno verbal y de campaña política los fines de semana.
Las consultas populares no tuvieron mayor eco entre la ciudadanía. Fueron distractores y el Presidente de México cierra las puertas todas las veces que carece de argumentos para dialogar, como con los ambientalistas que se oponen a la construcción del tramo 5 del Tren Maya. Las mujeres no han recibido atención a sus planteamientos. Todo se agolpa en la cabeza de quien tiene la responsabilidad de gobernar a un hermoso país, cuya imagen internacional sigue en declive.
La desesperación cunde en Palacio Nacional y en el círculo más cercano al Jefe del Poder Ejecutivo. Hay diferencias marcadas y pleitos entre personas que pertenecen a los más allegados de sus colaboradores. Julio Scherer Ibarra y Alejandro Gertz Manero protagonizan un espectáculo inédito. Los gobernadores morenistas se manejan sin control político. Hay miedo, más que respeto, en el equipo presidencial. Nadie puede opinar en contra.
La pérdida política de nueve Alcaldías de la Ciudad de México, aún es un fuerte agravio para el tabasqueño, quien al mismo tiempo no frena a la jefa de Gobierno, que está en plena campaña y feliz que la reciban con los gritos de “¡Presidenta! Tampoco se repone, el de Tabasco, de los ataques a su hijo que vivió en la residencia lujosa de un contratista que trabaja con Pemex.
Hay informes de que dos o tres candidatas de Morena a las gubernaturas no parecen ir hacia el triunfo. Las elecciones son el domingo 5 de junio. Eso también provoca angustia, dolor de cabeza y nerviosismo en las oficinas principales ubicadas en la Plaza de la Constitución. Las campañas están “flojas y desangeladas”, porque los dirigentes morenistas están enfocados a cumplir con la orden superior de insistir, ante el pueblo, que los legisladores antiobradoristas, son traidores a la patria.
Recomiendo que busquen un ejemplar del Código Penal Federal y lean los artículos 123, 124, 125 y 126, relacionados con la sanción a quien sea declarado, judicialmente, culpable del delito de traición a la Patria. Entre los 18 presupuestos para atribuir ese delito a una persona, no encontrará el que señale que es “traidor” un diputado federal que vote contra el dictamen de una reforma constitucional.
jherrerav@live.com.mx