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Ráfaga

(Con todo mi afecto, deseo que el 2022  sea mejor para todos).

Despedimos el pandémico 2021con la partida de dos mexicanas que destacaron por sus actividades culturales y educativas, así como de un guadalajareño que militó en el fútbol con el campeonísimo conjunto de Las Chivas. 

Es difícil resistir la tentación de pasar por alto sucesos, base de mis comentarios periodísticos. Anuncié que volvería al teclado hasta el miércoles 5 de enero, sin embargo considero oportuno compartir con Ustedes algunos datos referidos a personajes que enaltecieron el nombre de México al realizarse en el medio artístico, en las tareas educativas de los pequeñines y a un hombre del pueblo que nunca ocultó su nostalgia al estar fue de su querida Guadalajara.

PASÓ 100 AÑOS, SIN DESCANSAR

La noticia de que la señora María O*Higgins murió a los 101 años, atrajo mi atención reporteril. Confieso que no sabía nada de ella, lo que creo ocurre a quienes no estamos ligados al medio de los muralistas y pintores. Esta dama desde su juventud destacó como estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma de Nuevo León, UANL, siendo la primera egresada en esa carrera. Estudió de 1940 a 1945, graduándose con altos honores.

Bueno, para continuar les comento que nuestro personaje se llamó María de Jesús de la Fuente Casas y decidió simplificar con el nombre de María. Nació en un ranchito llamado El Barril, Municipio Los Ramones, Nuevo León. Llegó a este mundo el 18 de octubre de 1920 y murió el 21 de diciembre de 2021 o sea que vivió 101 años, dos meses y tres días. El apellido O*Higgins lo adoptó al contraer matrimonio con el muralista estadounidense Pablo O*Higgins, quien murió en 1983 y duraron casados 25 años. En 1958 se conocieron en actividades culturales de la mencionada Universidad.

En 1949 la abogada De la Fuente Casas en la misma UANL fundó la Escuela de Trabajo Social y fue profesora. Como activista por los derechos de la mujer, en esa misma temporada, organizó y puso a funcionar la Defensoría de Oficio para Mujeres y después creó el Instituto del Arte de Nuevo León. Incansable hasta los últimos años de su existencia doña María coordinó los trabajos de la Fundación María-Pablo O*Higgins.

Dedicó todo su tiempo a montar exposiciones con la obra dejada por su esposo, en territorio mexicano y en el extranjero. A la UANL le donó 20 litografías y 7 murales que Pablo pintó, entre 1934 y 1964, al Museo Diego Rivera. Además la distinguida neoleonesa nos heredó una cronología completa de lo realizado por su marido. Agradezco al licenciados Francisco Fonseca Notario su colaboración y a la reportera Sonia Sierra, de El Universal, los datos que incluyó en su información.

PRIMER TELEKINDER EN TELEVISIÓN

Los niños que nacieron en los primeros tres años de la década de los 60, seguramente recordarán a Pepita Gomis, una simpática y guapa joven que interrumpió sus estudios universitarios, para obtener la maestría en Historia, por haber sido seleccionada, en un concurso, para producir un programa educativo dedicado a la niñez. Pepita murió el pasado 26 de este diciembre. Durante 36 años fue esposa del actor Héctor Suárez, quien murió en junio de 2020. Aunque estaban divorciaron, siempre mantuvieron una buena relación. Sus hijos, el actor el mismo nombre que su papá y Julieta.

¿Cómo y por qué Pepita Gomis tomó camino distinto a lo académico?

Sucede que Emilio Azcárraga Milmo, el famoso empresario conocido como “El Tigre”, convocó a un concurso para producir y transmitir un programa de televisión dedicado a niñas y niños no mayores de seis años. Era la etapa de Televicentro. Tenían una programación “en vivo”, para las noches, variada y muy buena. Faltaba llegar a la niñez. Surgieron el Tío Herminio con “Las rejas de Chapultepec”, los amenos entretenimientos con Genaro Moreno y otro Tío estaba en las pantallas, “El Tío Gamboín”.

El caso fue que la universitaria Josefina Gomis, entre cien participantes, fue la elegida. Su vida tomaba un derrotero inesperado. Azcárraga la envío a Baltimore y a Nueva York, donde se presentaba programación para pequeños. Así  Josefina se convirtió en conductora de Telekinder, una emisión vespertina de lunes a viernes. Impactó la producción a la que eran invitados 6 diferentes niñas y niños, por programa. Juegos, enseñanza de preescolar, canciones infantiles, era el rol del primer programa con esas características.

Eso fue de 1963 a 1968, cuando la SEP ordenó que no se cantaran las composiciones de Francisco Gabilondo Soler, Cri Cri. Pepita siguió su carrera con otros programas infantiles, en los que les habló de la cultura de México, refiriendo relatos monográficos de cada uno de los 31 Estados de la República. Tuvo una escuela privada de enseñanza preescolar y primaria a la que puso su nombre. Alternaba su tarea de profesora con la de supervisora de películas en la Cineteca Nacional. 

Descanse en paz tan brillante, discreta y enamorada de su único esposo, así como consentida de su hija y de “El Pelón” Suárez.

“EL JAMAICÓN”, 28 VECES SELECCIONADO

Sin duda usted ha oído hablar del Campeonísimo Guadalajara, El Rebaño del fútbol mexicano, el equipo cuya camiseta tiene los colores rojo y blanco. Es el único equipo profesional del balompié nacional que jamás ha tenido en su alineación a un jugador extranjero. La mayoría son nacidos en Guadalajara o en otros municipios jaliscienses. La fundación del club data de 1906 y su etapa gloriosa fue desde los finales de los 50 y se coronaron en la década de los años sesenta. 

Entre sus estrellas internacionales figuró José Gerardo Villegas Tavares, más conocido como “El Jamaicón”, cuya vida de 87 años estuvo ligada, al futbol, a lo largo de casi 68 años. Jugador, defensa izquierda, entrenador o director técnico. Formó parte “del chiverío” cuando ganaron 8 títulos que presumía ante sus paisanos de la colonia La Experiencia, en Zapopan, donde fue siempre un popular futbolista. José en 28 ocasiones estuvo en la alineación de la Selección Nacional y participó en 13 eliminatorias mundialistas.

“El Jamaicón” falleció el pasado 24 de este diciembre. En su historial hay muchas anécdotas. Para empezar, su apodo se lo debe a su mamacita, porque al niño le gustaba mucho el agua de jamaica y se ponía triste cuando no había. En su juventud fue obrero textil, vendedor de fotografías que Salvador Avilán tomaba en fiestas sociales. 

LA NOSTALGÍA Y LAS MEMELAS

En 1949 incursionó en el fútbol afiliándose en el Club Imperio y tres años después firmó con La Piedad, de ahí saltó en el 53 al Guadalajara. Cuando la Selección Mexicana fue recibida en Lisboa y les fue ofrecida una cena, en elegante salón del hotel, el entrenador Nacho Trelles notó la ausencia de “El Jamaicón” y lo buscó. Andaba caminando por el jardín del hotel. “¿Ya cenaste José?”, la respuesta fue “No, como voy a cenar si tienen preparada una cena de “rotos”. Yo lo que quiero son mis memelas, mis buenos sopes”. La nostalgia lo invadió y no dudo en decir porque no cenaba. Para él “los rotos” eran los adinerados.

En Londres, los seleccionados se preparaban para el Mundial de Suecia 1958 y Nacho Trelles puso en la portería a Antonio “El Piolín” Mota y éste comentó: “Señor, estoy muy nervioso. Es mucha responsabilidad” y Trelles lo tranquilizó diciéndole “No te preocupes, en la defensa estará José (“El Jamaicón”) que paró en seco a Garrincha (mundialista brasileño de primera línea). “El Piolín” recibió ¡nada más…8 goles!

Nuevamente se puso nostálgico nuestro personaje, ahí en Londres. Dijo a sus compañeros: “Extraño mucho a mi mamá, llevo varios días sin comer birria y la verdad eso no es todo, ya quiero estar en mi tierra”.

jherrerav@live.com.mx