Compartir

Alfa-Omega

En estos pandémicos días que nos azotan y no sabemos cuándo será el fin del contagio, confinados en nuestros hogares desde marzo del 2020, buscamos la forma de aligerar la situación.

Miles de personas volvieron a sus trabajos presenciales, muchos otros continúan laborando en el espacio adaptado como “oficina” en la casa o en el departamento. Hemos leído libros de diferente temática. Hacemos juegos de mesa. Nos ponemos a dibujar, a resolver sopas de letras. Hablar, telefónicamente, con familiares o amigos e inclusive los hombres ansían salir “aunque sea a darle el bote de basura al barrendero”.

Dentro todos los pasatiempos posibles sigo con mis lecturas, buscando temas para comentarles y distraerles. Referir algo que nos permita descansar la mente y hacer a un lado, por momentos, los problemas que nos producen los discursos mañaneros que trasponen los muros del colonial Palacio Nacional.

Levantémonos los ánimos frente al abandono de apoyos oficiales y privados a los deportistas olímpicos y amateurs con aspiraciones de superación.

Espero que al narrar algunos detalles de dos películas del cine mundial, que conmovieron a mis abuelos y a mis padres, despierten interés en saber quiénes escribieron las novelas, nombres de los directores en el set, las actrices, los actores y las repercusiones que tuvieron esas cintas de plata que llevaron por título “Cumbres Borrascosas” y “Lo que el viento se llevó”. Los enamorados de la cinematografía encontrarán gratos recuerdos, añoranzas románticas y nostálgicos llantos al estar frente a la pantalla.

FIRMÓ CON NOMBRE DE HOMBRE

Tres hermanas británicas desde muy pequeñas dedicaron su tiempo a la lectura y a corta edad iniciaron su afición por escribir cuentos y poemas cortos. Después se encaminaron por el sendero de la novela y triunfaron. En 1846 publicaron su primer libro de poesías. Emily, Charlotte y Anne Bronté fueron notables escritoras inglesas, en la época en que se obstaculizaba a la mujer para esa tarea.

Hijas del párroco anglicano Patrick Bronté y de María Branwell, las novelistas triunfaron tras penosa etapa que vivieron en un internado de Lancaster donde fueron atacadas por la tuberculosis, María y Elizabeth, hermanas mayores, murieron a consecuencia de ese mal. También sufrieron la pérdida de su hermano. Sus progenitores murieron entre 1821 y 1824. Emily falleció en diciembre de 1848, a los 30 años de edad.

Emily padeció la misma enfermedad, se sobrepuso a ella y dedicó su tiempo para escribir la novela, ambientándola en el Condado de York, eran los finales del Siglo XVIII, y la tituló con el nombre de Cumbres Borrascosas. 103 años después, el texto inspiró a los guionistas Charles MacArthur y Ben Hecht para llevar el tema a la pantalla grande, en blanco  y negro. Los personajes del film fueron interpretados por un grupo de estrellas, encabezando el reparto Laurence Olivier, Merle Oberon y David Niven, bajo la dirección de William Wyler. El estreno del film fue el 7 de abril de 1939, en Estados Unidos, recaudando 624,600 dólares.

La historia de las hermanas Bronté incluye un pasaje muy interesante, pues tuvieron que adoptar pseudónimos, porque las mujeres no tenían garantía para ser literatas.  Ocultaron sus nombres y apellido por los de hombres. Emily fue Ellis; Charlotte, Currer y Anne, Acton. Su apellido pasó de Bronté al de Bell. El novelista inglés Robert Southey le dijo a Charlotte: “La literatura no es un asunto de mujeres y no deberá serlo nunca”.

“Cumbres Borrascosas” también fue parte de la historia del cine mudo. La primera edición impresa se hizo en 1847 y Charlotte ordenó la segunda edición, póstuma, años después. El texto ha sido base para una docena de películas, telenovelas y una  miniserie radiofónica. En 1988 “El Señor Televisión”, Ernesto Alonso, realizó la telenovela “Encadenados”, con el tema de la obra de Emily Bronté o Ellis Bell. La protagonizaron Christian Bach y Humberto Zurita.

10 AÑOS TARDÓ EN SU NOVELA

Un año después de ese éxito cinematográfico llegó a los cines, en blanco y negro, una película que, como la anteriormente referida, conquistó al público de todos los países donde fue exhibida. Por supuesto debe estar en la clasificación de las cinetecas: “Lo que el viento se llevó”, basada en la novela escrita por Margaret Munnerlyn Mitchell, cuyo nombre en la portada del libro es Margaret Mitchell. Nació cuando comenzaba el Siglo XX en Atlanta, Georgia.

Margaret murió en agosto 1946 al ser atropellada por un taxi que era conducido a gran velocidad en el cruce de unas calles en Atlanta. Iba con su esposo John Marsh. Esta ilustre mujer es pionera de los columnistas en el periódico Atlanta Sunday Magazine. Escribió obras para el teatro y fue destacada activista en pro de los derechos ciudadanos de la mujer, principalmente demandó el derecho a votar. En 1937 le otorgaron el Premio Pulitzer por su obra literaria. Se publicaron ocho millones de ejemplares y fue traducida a 30 idiomas.

Desde muy pequeña le atrajo la lectura de todo tipo de libros, muy joven comenzó a escribir. A los 26 años de edad sufrió un accidente, fracturándose un tobillo y debió permanecer en reposo. No quiso estar inactiva e inició la narración de “Gone with the Wind”. Diez años después, en 1936, puso fin al trabajo. Su esposo la apoyó y compartió con ella la emoción de estar redactando la novela que en idioma español sería conocida como “Lo que el viento se llevó”. Éxito editorial y rotundo triunfo en la cinematografía mundial.

La primera edición fue en mayo de 1937 y la película se estrenó en la pantalla del Gran Teatro de la Loew, en Atlanta, el 15 de diciembre de 1939. En las taquillas se recaudaron 390 millones de dólares. Esta cinta tuvo un reparto de lujo y cuatro de los principales intérpretes fueron: Vivien Leigh, Maureen O’Hara, Clark Gable y Leslie Howard, dirigidos por Víctor Fleming, quien compartió esa responsabilidad con George Curkos y Sam Wood.

La Academia de Artes  en 1940 premió con 9 estatuillas del Oscar al film: mejor película, mejor actriz, mejor actriz de reparto, mejor director, así como en fotografía, montaje, diseño de producción, guion adaptado y uno honorífico.

La historia escrita por Margaret tuvo como inspiración el ambiente sureño de Georgia durante la Guerra de Secesión y entrelazó lo histórico con un apasionado drama romántico en que participan los personajes de Scarlett O’Hara, Melanie Hamilton, Rhett Butler y Ashley Wilkes, Vivien, Olivia, Clark y Leslie, respectivamente.  

PADIERNA, CHURUBUSCO Y M. DEL REY

El viernes pasado se cumplieron 174 años de la invasión de los norteamericanos que tuvo como punto central la defensa del Castillo de Chapultepec, cuando un puñado de jóvenes cadetes del Colegio Militar ofrendó su vida el 13 de Septiembre de 1847. Antes de ese histórico acontecimiento, las tropas jefaturadas por el general yanqui Winfield Scott combatieron a los mexicanos en la Batalla de Padierna, al Sur de la Capital Mexicana, de la madrugada del 19 de agosto a la del día siguiente; por cierto en esos hechos se menciona la intervención del primogénito de Iturbide, Agustín Jerónimo Iturbide y Huarte, en el lado mexicano comandado por el general Gabriel Valencia. Las bajas mexicanas sumaron 700 muertos y 843 capturados.

El mismo 20 de agosto los norteamericanos triunfantes siguieron su camino hacia el Convento de Santa María de Churubusco, también en el Sur de la Ciudad, donde tuvo lugar la Batalla de Churubusco. Ahí volvieron a derrotar a las fuerzas mexicanas, esta vez encabezadas por el valiente hidalguense Pedro María Anaya, quien al ser increpado por el militar invasor David E. Twiggs, le respondió “Si hubiera parque, no estaría aquí”.

La Batalla de Molino del Rey, cinco días antes del asalto al Castillo de Chapultepec, contó nuevamente con los integrantes del Batallón de San Patricio, en su mayoría irlandeses, muchos de los cuales murieron ahorcados y otros azotados. Ese 8 de Septiembre se recuerda a los aliados con monumento que se erigió en terrenos cercanos al Bosque de Chapultepec y una calle de Coyoacán lleva el nombre de “Mártires Irlandeses”. El Batallón estuvo presente en Churubusco.

Un dato más, el General Gabriel Valencia posteriormente se enfrentó a las fuerzas invasoras y defendió las instalaciones de Palacio Nacional. Cayó muerto junto con otros soldados mexicanos.

LAS FINANZAS Y LA CULTURA

No tienen liga entre sí los dos hechos siguientes, pero los comento en forma breve. Tienen trascendencia de carácter internacional y manchan la imagen exterior de México, amén de las críticas internas que, por supuesto, son rechazadas en el púlpito mañanero por el tabasqueño que vive y gobierna verbalmente desde Palacio Nacional.

Por haber criticado al señor Max Arriaga, consentido de la esposa del Presidente de México, el agregado cultural mexicano en la embajada de España, fue cesado, removido o separado del cargo. En lugar de Jorge F. Hernández se designó a la escritora Brenda Lozano Vázquez y provocó la renuncia de don Enrique Márquez Jaramillo, director de Diplomacia Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El despedir a Hernández y nombrar a Brenda, motivaron la renuncia de uno de los más veteranos colaboradores de Marcelo Ebrard. Finalmente el hijo predilecto de Macuspana ordenó que esa agregaduría la debe ocupar una mujer indígena, una poeta mexica. No dio el nombre.

El doctor en Economía Gerardo Esquivel Hernández, reconocido internacionalmente, desde el 23 de enero de 2019 es Vicegobernador del Banco de México, a propuesta personal y directa del Presidente de la República. Este académico inició el sexenio como subsecretario de Egresos con los titulares Carlos Urzúa y Arturo Herrera. Es esposo de la también economista Graciela Márquez Colín, secretaría de Economía hasta el 30 de diciembre de 2020 y el primer día de enero de 2021 asumió la vicepresidencia del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el INEGI.

A Esquivel Hernández se le ocurrió declarar que los 12 mil millones de dólares que otorgará, a México, el Fondo Monetario Internacional, son para las reservas y el fortalecimiento de nuestra moneda. No se puede disponer de ellos para pagar la deuda como lo manifestó el Presidente de México, en una de sus mañaneras. La reacción presidencial fue para llamar “Ultratecnócrata” al egresado de la UNAM, del Colegio de México y de la Universidad Harvard.

Y… ¡ARBITRAS EN ACCIÓN!

Tanto que causara sorpresa, pues no. La noticia circuló al principiar la semana, despertó todo tipo de comentarios. La mayoría halagüeños, pero no faltaron los “machistas”. El fútbol soccer mexicano, el negocio comercial más productivo pese a la pandemia, tiene en los estadios a mujeres fungiendo como árbitras centrales y asistentes. 7 mujeres están listas para entrar al césped y arbitrar.

Las cuatro arbitras y las tres asistentes que arribarán a la Liga de Expansión y se perfilan para la Primera División, son: Katia Itzel García Mendoza, Lizzet Amairany García Olvera, Karen Hernández Andrade, Jessica Fernanda Morales Morales, Sandra Elizabeth Ramírez Alemán y Mayra Alejandra Mora Cerero.

En Tokio 2020 la guadalajareña Lucía Venegas Montes, primera arbitra mexicana con gafete FIFA desde 2008, arbitró su partido 37 internacional, el encuentro Australia y Nueva Zelanda. En el 2017 fue nombrada por la CONCACAF “Arbitra del Año” y en 2020 en México, recibió el Premio Nacional del Deporte. También la aguascalentese Karen Janette Díaz Medina tiene su historia en el futbol mexicano. Principió en 2009 y en la Liga MX tiene registrados 5 arbitrajes como asistente número 1 y 12 como número 2.

jherrerav@live.com.mx