Alma Grande
Las mujeres toman por asalto el poder en las urnas, ante la incapacidad de los hombres por arrojar buenos resultados en sus administraciones, pero, sobre todo, por el derecho que tienen a la igualdad de oportunidades en la vida diaria.
El panorama político es reflejo de una visión diferente de transformar la realidad, como nunca se ha hecho en el país y que evoca la sensibilidad como característica principal del ejercicio público.
Las elecciones del 6 de junio colocan a varias mujeres en el ejercicio político que seguramente estarán arrojando resultados positivos en poco tiempo. Ejemplo de honestidad y vocación de entrega, las mujeres tienen la oportunidad de mostrar una manera diferente de trabajar la administración pública.
Debe destacarse, sin duda, el estado de Colima, donde surgió la primera gobernadora, Griselda Álvarez, maestra, poetisa y escritora. Su bisabuelo fue el general Manuel Álvarez Zamora. Primer gobernador del estado y constituyente, en 1857.
Ahora Colima se convierte en el estado donde por primera vez gobernará un partido diferente al PRI. Colima es pionero en la política, estado a donde deben dirigirse las miradas de quienes estudian este tema y observar la madurez de su gente en el voto y la vanguardia que representan en la politización de la entidad.
Ahora, Indira Vizcaíno Silva, se enfila para gobernar Colima, con una clara ventaja hasta el cierre de esta edición.
Hay otra semejanza con Griselda Álvarez, quien era de Guadalajara, Jalisco; Indira Vizcaíno, nació en Tijuana, Baja California; sin embargo, inició su carrea en Colima, donde se afilia al PRD, y con ese partido llega a la presidencia municipal de Cuauhtémoc, para luego ser diputada y secretaria de desarrollo social, y pertenecer a Morena desde 2014.
En Campeche, también gobernará una heredera de una impresionante historia política, Layda Sansores San Román, hija de quien dirigiera el PRI en una de sus épocas más brillantes, Carlos Sansores Pérez.
Layda es psicóloga, empresaria y catedrática. Ha sido senadora, diputada federal y alcaldesa en Álvaro Obregón, en el sur de la capital del país. Seguramente llegará a gobernar Campeche, como lo hizo su padre, pero con la sensibilidad femenina que da un tinte diferente a este ejercicio.
Tlaxcala no se queda atrás en cuanto a la trascendencia de las mujeres en la política, de 1987 a 1992, fue gobernada por Beatriz Paredes, una de las mujeres más lúcidas en la política del país. Ahora llega Lorena Cuéllar a continuar una historia de las mujeres en el poder de una de las entidades con más historia en México.
Otra de las próximas gobernadoras que heredó la vocación política de su padre es Evelyn Salgado Pineda, quien llega al ejercicio público de la gubernatura de Guerrero prácticamente con calzador, luego de una serie de complejas luchas con la autoridad electoral.
En realidad, han sido pocas las mujeres que han gobernado un estado después de Griselda Álvarez, fue Beatriz Paredes, en Tlaxcala; Rosario Robles, de manera interina, en la CDMX; Claudia Pavlovich en Sonora; y Claudia Sheinbaum en la capital del país.
Debemos entender que no siempre juventud es sinónimo de inexperiencia, ni la madurez es todo lo contario. Aquí la novedad no es sólo la presencia de la mujer sino la conciencia suficiente como para entender que un gobernador o gobernadora no pueden ser expertos en todo y vislumbran la necesidad de asesores con un perfil calificado para la contribución de la administración pública.
En Chihuahua, el caso de María Eugenia Campos Galván es inédito porque ella para llegar a la gubernatura no sólo tuvo que sostener una pelea frontal con las acusaciones de la FGR, donde se le vincula con el exgobernador priista César Duarte Jaquez, sino que, por otra parte, en su correligionario Javier Corral Jurado, gobernador actual de Chihuahua, tiene un implacable enemigo, quien dijo estar decidido a no permitir que ella llegara a la gubernatura. Maru campos será la primera mujer en gobernar esa entidad.
Maru campos fue diputada federal de 2006 a 2009, luego diputada local de 2013 a 2016, y presidenta municipal de Chihuahua, capital, de 2016 a 2021, siempre por el PAN.
En Baja California, Marina del Pilar Ávila se convierte en un símbolo en la entidad luego de vencer a uno de los más influyentes políticos de la región como es Carlos Hank Rhon, eterno priista que compitió por el PES.
La presencia de las mujeres en responsabilidades de trascendencia política y administrativa representa una esperanza para todos quienes creen todavía en el ejercicio político que se ha desgastado ante la ignorancia y la mala voluntad de quienes al llegar al poder, empiezan a servirse del cargo y se olvidan de servir.
Hay ejemplos claros de la eficacia de las mujeres en la administración pública. Los tiempos que se viven en la política mexicana son propicios para que la mujer rescate su espacio. En ellas está el futuro del país. PEGA Y CORRE. – El intento por refrescar la política del país con partidos nuevos se vio frustrada debido a que las elecciones prácticamente se realizaron entre dos fuerzas electorales, dejando de lado otros partidos, que sólo servirán como bisagra para crear alianzas o saldrán de la competencia electoral, seguramente para intentarlo de nuevo con mejores estrategias, sobre todo en el ámbito de la comunicación… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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