Jesús Te Ampare
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En Veracruz, donde la poesía cohabita con la naturaleza, la gastronomía, la alegría, la rumba, el Son Jarocho y la impunidad, Norma Rocío Nahle García no solo gobierna con gran poder, también confecciona frases sugerentes para la posteridad.
Mujer sagaz y guerrera.Transforma la política en un espléndido florilegio.
En casi nueve meses, ha construido un repertorio digno de cualquier compendio de oratoria política con sabor a resquemor, a orgullo y a defensa férrea del “yo te aseguro que yo no fui”, dixit Pedro Fernández.
A continuación, un repaso por sus mejores o peores momentos verbales, que con el tiempo podrían ocupar un nicho especial en la historia del realismo mágico mexicano, similar al de Chava Flores, cronista musical de la ciudad de los marginados:
1.-“La maestra murió por infarto, les guste o no les guste”
Así, con esa contundencia que solo da el desdén por la prudencia, Norma Rocío intentó cerrar el escándalo del homicidio doloso de una maestra humilde en Álamo Temapache. Ausencia de hiperestesia y de una investigación profunda. Aquí se aplica el diagnóstico express de Palacio: infarto. Y si no le parece a alguien…que se aguante. Mano firme y veleidosa.
La frase es tan escalofriante como tajante, y ya compite con los grandes clásicos del ultraje político.
2.-“Es de miserables convertir el dolor ajeno en escándalo político”
Y sin sonrojarse –la misma mandataria que politizó el caso con una frase muy al estilo de Pedro Infante, botella de tequila en mano–, acusó a la oposición o a quien no comulgue con su narrativa de usar la tragedia. El espejo no aplica. La miseria, para otros. Ella, siempre impoluta, dueña de la verdad.
3.- “Hay una campaña de nado sincronizado en mi contra; ésta es una más”
Con una creatividad que envidiaría cualquier guionista de telenovela, la amiga de la señora Sheinbaum detectó una coreografía perfecta de medios, redes y ciudadanos críticos que, desde el agua turbia de la disidencia, nadan juntos para arruinarle el maquillaje institucional. ¿Será que ella cree que todos se levantan pensando cómo fastidiar su mañanera versión de los hechos?
4.-“En Veracruz ya empezó la temporada de zopilotes”
Aquí la gobernadora saca su mejor pluma literaria. Ante los señalamientos y críticas, compara a sus detractores con carroñeros (consumidores de cadáveres de animales). El problema no es que haya zopilotes; el problema es que estas aves rapaces percibieron, a distancia, tufos desagradables.
Lo tragicómico es que muchas veces las críticas surgen porque ya hay difuntos institucionales: los políticos “echados a perder”.
5.- “No hay pactos ni complicidades con grupos delincuenciales”
Y esta, sin duda, se lleva la medalla de oro a la frase más repetida por políticos que, curiosamente, terminan en el banquillo o en el exilio. Caso específico el del fugitivo Hernán Bermúdez, protegido del senador Adán Augusto o la implicación de Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa, con el narcotráfico. Cada vez que un funcionario dice que no hay pactos, los cárteles sacan sus “tarjetas rojas”.
La mandataria garantiza pureza absoluta. Pero en el Veracruz de hoy, la percepción es otra…y no se necesitan acuerdos firmados, cuando hay complicidades por omisión.
Estas frases, ya parte del ADN de su administración, no son simples deslices. Son declaraciones de principios.
Norma Rocío no solo gobierna, también impone narrativa. Se deja ver, vocifera, clava miradas y se victimiza, sermonea, diagnostica muertes y se desmarca de todo.
En su manual de gobierno no hay errores, solo confabulaciones.
Pero al menos nos quedará este nutrido repertorio de frases ingeniosas para el anecdotario político, ese que entre huevos tirados, lechero y canilla, será analizado algún día en una mesa de dominó o en un café de La Parroquia.
ceciliogarciacruz@hotmail.com