Son tantas las malas noticias que estamos en estado de indefensión, indiferencia y anhedonia, esa falta de placer por las actividades cotidianas, cargando los efectos de un estrés crónico.

Hoy la destrucción es tecnológica y masiva, pero que paradoja, la tecnología con la que hemos logrado avances se usa para destruir lo creado.

La maquinaria de la vida moderna funciona a la velocidad de la luz, en unos instantes las bombas destruyen comunidades.

En México la inseguridad y la violencia está exacerbada: en Guerrero, Sinaloa, Michoacán, Tamaulipas, ningún Estado está seguro y la otra inseguridad; los parásitos que viven del «cobro de piso» de los que producen, a los que trabajan.
La desconfianza en el gobierno es grave, está apoderado de los tres órganos: el Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo.

El número de muertos se incrementa todos los días.

Trump buscaba evitar la guerra, pero con esta operación que llevó a cabo encendió el conflicto.

Lo que está en juego ya no es solo la estabilidad regional, sino la de otros países que entren al conflicto.

Presumió que destruyó las instalaciones nucleares de Irán y en acto triunfalista afirmó que se terminaba la guerra entre Isael e Irán. Pero, al contrario, el resultado puede agravar la guerra.

El Pentágono revela que no destruyeron los componentes básicos del programa nuclear, las reservas de uranio no fueron destruidas. Arremetió furioso contra CNN y el periódico New York Times por difundir el informe.

Trump enfermo de poder vino a poner el mundo de cabeza: racista, narcisista, disfruta el poder, voluble y egoísta solo piensa en monetizar.

Las agresiones a los migrantes son exageradas, no le importa que los mexicanos trabajan; muchos tienen hasta 30 años con su negocio, pagan impuestos y los están tratando como delincuentes. Hasta los que votaron por él se manifestaron con pancartas NO KING. Se adelantó y tomó la decisión sin consultar con el Congreso bombardear las instalaciones de armas nucleares en Irán.

Presumió que la guerra ya había terminado y que Irán e Israel firmarían el tratado de paz.

La entrada directa de EE. UU. en el conflicto inaugura una fase mucho más peligrosa. A corto plazo, es probable que se amplíen los ataques iraníes a bases estadounidenses en Irak o Siria. Ya lo hicieron en Catar.

En el conflicto se pueden involucrar más países, como Hezbollah en el Líbano. Lo que complicaría a Oriente y Occidente sería el cierre del estrecho de Ormuz por ahí se transporta el gas y el petróleo de los países árabes.

El mundo sufriendo la incertidumbre en espera que detone otra guerra mundial, no les importan los millones de inocentes muertos y no les interesan los arreglos de paz: ganar-ganar es el objetivo.

Compulsión a repetir, avanzamos un poco y retrocedemos en la historia. Los líderes están locos enfermos de poder, no llenan sus vacíos. «El fin justifica los medios» es su objetivo. 
La incertidumbre causa daño a la salud mental y a la economía del planeta.

Para no preocuparse, en nuestro país mencionan “estamos lejos del conflicto”…..no tienen idea de las afectaciones, los productos subirán de precio, la gasolina, el dólar, los autos y los países gastarán en más en armamento.  
Se nota en la población para no sentir: comen, beben, fuman, mal duermen, pero no disfrutan. La salud mental está muy afectada; enojados por tanta corrupción, impunidad y malas noticias, se calientan y no controlan sus impulsos.

Somos una cultura con falta de comunicación, con emociones reprimidas, se guardan los sentimientos, acostumbrados a reforzar los defectos y al no motivarnos, la comunicación es con gritos, críticas y malas caras.

Los invito a realizar un ejercicio de terapia: Reunidos sin celulares, cada uno diga cualidades, en voz alta, de cada miembro de la familia sin nada de críticas y al final terminen con abrazos.

El que necesite, no lo duden, acudan a terapia, estamos para ayudarlos.

La cercanía con la familia, los amigos, los apapachos son la mejor vitamina. Bailen, canten, disfruten hay muchas cosas que dan placer y no cuestan.

No se alejen de sus redes de apoyo.
¡No a la guerra, no a la violencia en nuestro país… queremos paz!

Las raíces de la guerra están presentes en el estilo de vida privado de conciencia y empatía.
La paz es un derecho humano universal… tenemos que pedirla, pasemos de espectadores a protagonistas.

Educar para la paz es responsabilidad de todos.
rosamchavez@hotmail.com
Twitter @DrRosaCh