-De alianza estratégica a pleito público en las redes sociales.
-Donald Trump y Elon Musk distanciados por la política.
-Proyecto fiscal norteamericano afecta a Tesla y Space X.
PALACIO desde H. Matamoros, Tam.-
Dada la personalidad y criterios disímbolos de ambos personajes se antoja muy difícil, más no imposible, la eventual reconciliación entre el presidente de los Estados Unidos DONALD TRUMP y el hombre más rico del planeta, ELON MUSK.
El choque de intereses surgido por la nueva política fiscal del mandatario norteamericano, prácticamente terminó con la alianza estratégica TRUMP-MUSK que, incluso, dio paso a la polémica oficina creada en la era trumpista: Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés).
El nuevo modelo económico que propone DONALD TRUMP al congreso estadounidense contempla el fortalecimiento de la economía nacional al eliminar una serie de subsidios, pero, en contraparte, coloca en la incertidumbre a la industria tecnológica y el futuro de la transición energética, según la opinión de ELON MUSK.
El propietario de Space X y Tesla se siente afectado por la propuesta de nueva política fiscal en el país de las barras y las estrellas, toda vez que su modelo empresarial depende precisamente de los incentivos fiscales y el apoyo gubernamental en lo que corresponde al espacio y la generación de energía limpia.
En sentido contrario, el magnate neoyorquino convertido en presidente del país más poderoso del planeta le apuesta a terminar con ese tipo de incentivos a las empresas del nacido en Sudáfrica “para ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto”.
Como consecuencia de la pugna derivada del conflicto de intereses cambió radicalmente la opinión del presidente TRUMP externada durante la ceremonia de despedida de MUSK en al salón Oval de la Casa Blanca al describirlo como “uno de los líderes empresariales e innovadores más grande que el mundo haya dado”. Apenas al día siguiente precisó que “Musk perdió la cabeza y no estoy interesado en entablar una llamada telefónica”.
A través de sus redes sociales ELON MUSK calificó como “abominación repugnante” el proyecto de ley fiscal impulsado por el presidente TRUMP, advirtiendo que se incrementará masivamente el déficit del presupuesto a 2.5 billones de dólares y que, además, cargará a los ciudadanos estadunidenses con una deuda devastadora e insostenible.
Sin embargo, el presidente DONALD TRUMP considera que su proyecto de ley nunca antes se había presentado en el Congreso y que implica un recorte récord de gastos del orden de 1.6 billones de dólares y la mayor reducción de impuestos jamás otorgada, y que de no aprobarse provocaría un aumento de impuestos del 68%.
Como es evidente, la polarización de criterios entre ambos personajes como consecuencia del conflicto de intereses ha dado paso a escenarios que, de concretarse, lo mismo afectaría la economía norteamericana que proyectos asociados a la generación de energía limpia y al espacio.
En lo que no existe ninguna duda es que quien gobierna la tierra del tío Sam defiende y defenderá “a capa y espada” su proyecto fiscal y presupuestario y, de igual manera, el hombre más rico del planeta hará hasta lo imposible porque Space X y Tesla no se vean afectadas por el citado proyecto que califica como “abominación repugnante”.
Por lo pronto y en el “estira y afloja”, ELON MUSK amagó con desmantelar su nave espacial Dragón que el gobierno de los Estados Unidos utiliza para transportar material y personas a la Estación Espacial Internacional. No obstante, horas más tarde cambió de parecer y anuncio que siempre no desmantelará su nave espacial.
Desde otra óptica, sin descartar una eventual reconciliación entre ambos personajes del mundo político y económico, lo cierto es que la opinión mundial está muy al pendiente de los resultados del “choque de trenes” o “guerra de titanes” como se califica la pugna entre el presidente DONALD TRUMP y el multimillonario ELON MUSK.
¿Cómo la ve?
DESDE EL BALCÓN:
I.-El pleito público entre TRUMP y MUSK es una muestra clara de que los intereses personales siempre están por encima de supuestas o reales alianzas estratégicas.
Ni hablar.
II.-Por supuesto que no resulta extraño la supuesta o real disculpa pública de MUSK a TRUMP, derivado, precisamente, de los intereses económicos y políticos. El primero dobla las manos por Tesla y Space X y el segundo recupera fortaleza política.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx