Por: Octavio Raziel

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La vida como es…

Cada primero de junio, los marinos mexicanos, donde estén, celebran desde 1942 el Día de la Marina. Una guirnalda de flores es lanzada al agua como un recuerdo para aquellos que el mar, tan bello cuando es paisaje, tan mustio, arrebata en ocasiones al hombre al que espera su familia en playas lejanas.

Parafraseando al poeta Paúl Valery, él escribió que: “si tuviera que escoger entre los cementerios que conoció en su vida, optaría por el mar en sí mismo, que es el que más horizontes abarca. Así, después de muerto, seguramente navegaría junto con los obscuros e invisibles lobos del mar cuyo espíritu flota sobre las aguas; navegaría junto a los náufragos cuyas almas se ha tragado la mar”.