De acuerdo con Claudia Elvira Romero Herrera, investigadora de la Red Waterlat-Gobacit, sentenció que la situación actual del agua en México es crítica; la crisis tiene mucho más que ver con las decisiones sobre su manejo que con causas demográficas o naturales, y aumenta la conflictividad ligada con el acceso al agua.

Explicó que “basta con mirar las cifras, índices e indicadores de los informes oficiales y de la sociedad civil, las conclusiones de investigaciones académicas o el dramático aumento en las agresiones y asesinatos de defensores ambientales, en particular defensores del agua, en lo que va del siglo, para darse cuenta de ello”.

La ley regula el manejo y pretende encontrar equilibrio social, pero la creciente movilización de afectados por contaminación y despojo de aguas en México, demuestra que esto no se está logrando. Hay un debate añejo respecto de si lo que provoca desigualdad e injusticia en estos contextos es la legislación, la falta de ésta o la forma de aplicación. Todas tienen algo de verdad.

“Hay un endeble Estado de derecho, donde la discrecionalidad y corrupción convierten leyes en letras muertas. Por otro lado, las lagunas normativas de la Ley de Aguas Nacionales, todavía anclada a paradigmas y prácticas superados o francamente fallidos, entre el más destacable el de mirar al agua como un “sector” separado del resto del territorio”, recalcó.

FUENTE ; NOTIMEX, CANDELERO 06-02-2020