El mercado internacional de metales preciosos
Por: Hugo Salinas Price
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Los precios de los metales preciosos – el oro y la plata – están bajo el estricto control del sindicato de la Banca Internacional.
Ha pasado ya, desde hace mucho, la época en que era necesario probar la existencia de este control. Hoy, es un hecho indiscutible. Sin embargo, la mayoría de los analistas del mercado de metales preciosos siguen evadiendo el reconocimiento de este hecho, por diversas razones personales, de modo que se limitan a comentar sobre el comportamiento del «mercado».
¿A qué se debe que la Banca Internacional desea controlar los precios de los metales preciosos?
Se debe este comportamiento, a que el poder de la Banca Internacional origina en el dinero falso que emite, y la presencia de verdaderos precios de los metales preciosos revelarían con toda claridad, la persistente pérdida de poder adquisitivo del dinero falso que emite, y esto erosionaría fuertemente el poder que ejercen, si no es que lo destruiría por completo.
De modo que ya sabemos el «Por qué» de su control. Tornemos ahora, a examinar el «Cómo» de su control:
Tenemos que diferenciar el interés de la Banca Internacional, de la operación de los mercados mundiales de metales preciosos.
El mercado mundial para los metales preciosos, incluye a algunos Bancos Centrales de mundo, así como a algunos inversionistas privados que manejan ya sea sus propios fondos, o los fondos de compañías que están bajo su control.
Todos los Bancos Centrales saben que los precios de los metales preciosos están bajo estricto control para impedir que suban a su verdadero valor de mercado.
Hasta fechas recientes, estos Bancos Centrales no tenían interés alguno en adquirir oro para sus Reservas, pues estaban satisfechos con sus operaciones basadas en dinero «fiat», es decir dinero falso.
Toca la casualidad que los Bancos Centrales están al tanto del gran problema de la existencia de la cantidad monumental de deuda que pende sobre el mundo, y de su inevitable caída en moratoria y, por lo tanto, tienen renovado interés en adquirir oro para sus Reservas, a los precios más bajos que les sea factible hacerlo; de tal forma que siguen mudos respecto a la supresión del precio del oro, mientras acumulan Reservas. Su preocupación principal es su propia solvencia, y no el bienestar de inversionistas particulares o de compañías.
Por lo que toca a la participación de compañías y de individuos particulares en los mercados del oro y de la plata, es necesario tomar en cuenta que la enorme mayoría de ambos grupos – compañías y particulares – actualmente opera con una carga muy pesada de deuda; su principal interés radica en mantener su solvencia y en tener al corriente sus deudas con el pago oportuno de vencimientos.
De tal forma que compañías y la gran masa de inversionistas, ambos, no pueden distraer fondos de sus operaciones diarias, para invertirlos en oro o en plata, porque – para repetir una vez más – es imperiosa la necesidad de atender a sus pasivos y evitar a toda costa caer en insolvencia, y los precios estancados de los metales preciosos les hacen imposible contemplar la colocación de fondos en inversiones de oro o de plata.
De tal suerte que, tocando a compañías y particulares, los mercados del oro y de la plata se reducen a una pequeña minoría, misma que debe tan poco dinero que le es posible adquirir oro o plata y aguardar el día en que suban sus precios a niveles mucho más altos, cuando el mundo de dinero «fiat» falso se desmorone, como inevitablemente ocurrirá. De tal forma que así se explica el «Cómo» del control de la Banca Internacional, que hasta hoy ha logrado suprimir los precios de ambos metales.
Hoy en día, el precio ascendente del oro preocupa muchísimo a la Banca Internacional y ésta hace todo lo posible por frenar el alza. Cuentan con la ayuda de aquellas compañías y particulares que liquidarán sus tenencias de metales preciosos al ver que los precios bajan, para asegurar una utilidad inmediata.
Si a pesar de todo, el precio del oro sigue subiendo, de cara al incremento constante de la enorme deuda mundial emitida por la Banca Internacional de Occidente, la pequeña minoría de aquellos que han estado acumulando tenencias de oro y plata en un mercado moribundo, se volverá una masa de compradores que quieren obtener una utilidad, y podrá darse una corrida al oro que lo llevará a precios insospechadamente altos. La política de “Aguanta y espera” antes de comprar, se podrá volver ¡“Compra YA”!